Emprendedores chilenos lograron disminuir en la mitad el consumo de agua utilizado en distintas plantaciones gracias a dos elementos que evitan la evaporación del recurso hídrico y que es renovable: el cabello y la barba humana. Pasa a leer cómo esta empresa chilena logró encontrar una solución ecosustentable para la industria de la agricultura.
Si el tío cosa o Ariana Grande se enteraran de esta noticia, sería el primero en salir corriendo. Una empresa chilena quiso aportar con soluciones ecosustentables para la industria de la agricultura y la jardinería, y lo hicieron usando pelo. Son entre 80 y 90 las peluquerías que los abastecen de fibras de cabello y barba humana.
“Debido a su composición y poder de absorción, el pelo es bastante utilizado para mitigar los derrames de petróleo por lo que partimos desde allí para investigar qué otros usos podíamos darle. Nos tomó varios análisis y testeos comprobar que además de una buena fuente de nitrógeno, el pelo tiene excelentes usos impidiendo la evaporación del agua y alejando malezas o insectos”, asegura explicó el fundador de Agropelo, Mattia Carenini, a LUN.
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Pero, ¿cómo lo hacen? Carenini invirtió en una máquina estadounidense que utiliza para compactar las fibras de cabello y barba en planchas y discos que, dependiendo de su espesor, son utilizadas para árboles o plantaciones. Incluso el fundador explicó que están trabajando en ver los beneficios de este método en plantaciones de choclos y olivos.
El pelo es un recurso renovable e inagotable. Sin embargo, cabe preguntarse cuánto dura su efecto beneficioso para la agricultura. Su fundador explicó que el período de funcionamiento puede extenderse hasta por tres años y que además, “como queda tan bien entrelazado, hemos logrado demostrar que es capaz de reducir hasta la mitad el gasto del agua”.
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