En medio de la invasión rusa, un equipo de voluntarias arriesgan sus vidas para proteger a cientos de caninos, además de 94 gatos, en dos ciudades de Ucrania. Según informaron, factores como la dificultad para conseguir comida o los ruidos de las bombas, dificultan su objetivo, mientras que este mes ya se informó el asesinato de una joven de 26 años que cumplía con este propósito en Bucha.
Este sábado, la Organización de las Naciones Unidas (ONU) publicó un informe en el que informaron que desde el inicio de la invasión de las tropas rusas en Ucrania el pasado 24 de febrero, se han registrado 579 muertes civiles y 1.002 heridos, cifras que desde la misma organización aseguraron que podrían ser más altas.
En medio de este escenario y de los constantes enfrentamientos militares, un grupo de mujeres ucranianas arriesgan su vida para resguardar a 700 perros que fueron abandonados desde que comenzó la guerra. Uno de sus refugios para animales está ubicado en la ciudad de Jersón, mientras que el otro está en Oleshky.
Según comentó una de ellas, Angelina Rycbchenko, en un comunicado al que tuvo acceso El Confidencial, entre las dificultades que enfrentan se encuentra la búsqueda de comida para todos estos caninos, mientras que los ruidos de los bombardeos generan ataques de pánico en algunos, además de peleas entre algunos de ellos.
“Ni siquiera nosotras sabemos qué podemos hacer para salvarnos. Nos hemos quedado sin opciones y sin elección”, dijo al citado medio, “por eso necesitamos toda su ayuda para salir del refugio y abastecer a nuestras criaturas. No sabemos dónde la encontraremos, cuánto costará ni cuánto alimento podremos adquirir, tampoco cuánto durará esta guerra, pero debemos estar preparadas para todo”.
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Solo en su sede de Jersón cuidan a 193 caninos, mientras que en la de Oleshky resguardan a 507, además de 94 gatos. Es decir, en total cuidan a 794 animales en medio de la invasión rusa en el territorio ucraniano.
“Todo el mundo está luchando por salvar sus vidas y las de la gente que ama y, entre tanto, nuestros voluntarios siguen peleando”, relató en el comunicado, para luego añadir que “una nunca sabe qué va a suceder al día siguiente”.
Este mes, una mujer de 26 años llamada Anastasiia Yalanskaya, conocida por alimentar perros callejeros en la ciudad de Bucha, murió junto a otros dos voluntarios a causa de un tiroteo en dicha ciudad, según informó el medio canadiense Global News. Pero a pesar de que las voluntarias de Jersón y Oleshky son conscientes de los riesgos, ellas continúan con su labor para defender a los animales en medio del conflicto, aunque tengan que arriesgar su propia vida.