Hicimos la pregunta en nuestro Instagram para saber si todxs estabamos teniendo más pesadillas durante el último y sí, resulta que con la llegada del Covid-19 aparecieron sueños recurrentes que van desde sentirnos en el fin del mundo, hasta estar hospitalizados por coronavirus ¿Qué le pasa a nuestro cerebro? La académica de la Universidad Alberto Hurtado y doctora en psicoterapia, Paula Dagnino, nos explica.
Desde que empezó el confinamiento es común escuchar de personas que sueñan con escenarios angustiantes con la pandemia. Tanto así que incluso apareció el término quarandreams en las redes sociales, como abreviación de sueños de cuarentena en inglés. En este contexto, la académica de la Universidad Alberto Hurtado y doctora en psicoterapia, Paula Dagnino, nos explicó que se debe al estrés postraumático.
Pero primero es importante entender por qué soñamos y cuáles son sus beneficios. Dagnino cuenta que al soñar se activan dos partes del cerebro: el hipocampo y la amígdala. El primero se encarga de ordenar y almacenar nuestros recuerdos, mientras que la segunda queda a cargo de nuestras emociones. “Al dormir podemos procesar lo que nos está pasando. Cuando lo que sucedido en el día tiene una connotación afectiva importante, estas partes tratan de resolverlo y ahí aparecen las pesadillas”, cuenta.
¿Por qué estamos teniendo más pesadillas?
“Después de que existen eventos estresantes, como guerras o terremotos, una esperaría que el cerebro lo procese en las noches a través de pesadillas o con situaciones relacionadas al evento. Ahora, con el covid-19 y la cuarentena nos encontramos en una especie de guerra constante, donde más encima no tenemos control porque no vemos al virus, ni sabemos cómo nos va a afectar. Es estar en una continua incertidumbre, pero conectado además con la muerte. Entonces, tener pesadillas es una manera de procesar todo esto sin tanto daño, porque hacerlo durante el día puede ser más difícil a nivel psicológico”
¿Quiénes son las personas más afectadas por estos sueños?
“Toda la población está lidiando con la muerte a diario con los números publicados, pero las personas que están en la primera línea de la salud están viéndola directamente, lo que hace que el estrés sea mayor.
No es como si uno se imaginara que alguien murió, sino que ellos llegan al hospital a atender a un paciente y al día siguiente ya murió y hay otra persona en esa cama. A eso se le llama un cuadro de estrés post traumático. Ahí las pesadillas son uno de los síntomas y en algunos casos los sujetos ya no quieren dormir por el terror de volver a soñarlas.
También pasa con las personas que han estado hospitalizadas por covid-19, que han ´vuelto de la muerte´, por así decirlo. Aquí hay que sumar a sus familiares y a los que tienen a alguien que murió porque están más propensos a tener estrés postraumático, sobre todo por el tema de los duelos no resueltos. Por ejemplo, tuve un paciente que no pudo ir al funeral de su papá estaba contagiado y tuvo que verlo vía streaming”
¿Crees que las conclusiones de los estudios internacionales son aplicables a Chile?
“Hay una particularidad en Chile en cuanto al efecto que tiene el coronavirus en la salud mental: pese a que no estuvimos con la pandemia en octubre de 2019, sí fue una época muy fuerte y con mucha incertidumbre. No nos podíamos trasladar, veíamos a los militares en la calle y escuchábamos helicópteros. No nos alcanzamos a levantar de esa situación y llegó la pandemia. Estábamos mal parados colectivamente y psicológicamente para lo que venía, sobre todo pensando que teníamos la idea de que el virus tardaría en llegar”
Entendiendo que soñar es importante, ¿cuándo se vuelve preocupante tener pesadillas?
“Cuando uno empieza a, por ejemplo, tener una alteración de la vida diaria. Si tienes una pesadilla y despiertas llorando, no funcionas muy bien durante el día porque el cerebro sigue intentando procesar todo lo que también intentó en la noche. Pero si esa sensación de fatiga o de angustia continúa por varios días, o empieza a pasar a un estrés post traumático como no querer que llegue la noche para dormir, es cuando se necesita ayuda psicológica”