Se suma y supera al episodio de mostrar el meme de la mini bandera de Chile dentro de la de USA a Trump.

No es muy nuestro estilo titular como lo hace Gamba pero a veces sencillamente no queda otra. Es que lo que acaba de hacer este martes el Presidente de Chile, Sebastián Piñera, derechamente es una vergüenza y/o un descaro de talla mundial.

Todavía no pasa una semana desde que encabezara un sinvergüenza homenaje al triunfo del “NO” (siendo que buena parte de sus ministros y parlamentarios en su momento y algunos incluso declararon abiertamente que hoy en día todavía votarían por el “SI”), ocasión en la cual se llenó la boca hablando de lo importante y bonito de la democracia y del respeto y etc, pero resulta que hoy, en España, y en el marco del foro “Desafíos de Latinoamérica: Hacia un Desarrollo Integral, Inclusivo y Sustentable”, sin ningún asco manifestó su apoyo al candidato más de ultra derecha que la política ¿latinoamericana? ¿mundial? haya visto en el último tiempo acercarse al poder.

Por supuesto que nos referimos a Jair Bolsonaro, que por si acaso has estado durante los últimos días en un retiro espiritual sin Internet te contamos que es un candidato a la presidencia de Brasil, que este domingo estuvo a punto de ganar en primera vuelta, y que sin pudor alguno ha expresado algunas de las opiniones más racistas, sexistas, misóginas, homofóbicas y anti democráticas que se hayan oído y que tiene sin exagerar, al mundo entero horrorizado ante la indudable explosión de violencia que significaría su ascenso al poder.

Si eso el hecho de que hace menos de una semana nuestro Presidente celebrara el triunfo del “NO” y ahora apoye a un candidato que se ha demostrado muy abiertamente como un admirador de Pinochet, salvo, porque a su juicio “mató a muy poca gente”, no fuera suficientemente escandaloso, lo peor es que su apoyo es totalmente ignorante.

Al menos eso es lo que él dice, y a estas alturas queda la duda de qué es peor. Pero él mismo Piñera lo dijo así. Textual: “Es muy posible que el candidato que sacó el 47%, Bolsonaro, termine siendo el presidente de Brasil. Sabemos poco de él, pero sí hemos conocido estos últimos días su mensaje en el terreno económico, que yo tiendo a pensar que es el correcto para un país como Brasil que lleva años en recesión”.

Sa-be-mos po-co de él.

O sea, si no sabes más que un poco de algo o de alguien, sencillamente no te refieres al tema. Menos lo apoyas. ¿O es muy loco lo que estamos diciendo? Pero bueno, fiel a su estilo, nuestro Presidente confesó que sabía poco de lo que estaba hablando pero siguió adelante. Dijo que le gustó la idea de “abrir la economía brasilera, reducir el déficit fiscal, reformar las pensiones, reducir el tamaño del sector público, y hacer muchas privatizaciones”

“Eso es lo que un país como Brasil, que es un gigante, necesita”, siguió pese a que lo conoce poco. “Ha hablado muy fuertemente de una lucha frontal contra la corrupción, y la corrupción y el populismo han sido dos formidables enemigos en Brasil”.

Y pese a que lo conoce poco, siguió:

“Yo siempre he pensado que la mejor forma de combatir la corrupción, y lo mencionó Bolsonaro también y habló de seguir el modelo chileno, es con la transparencia, los ciudadanos tienen derecho a saber qué se hace con sus votos y en qué se gastan los recursos que ellos financian con sus impuestos”.

Como lo conoce poco, capaz se le fue que cuando Bolsonaro ha mencionado a Chile ha sido para referirse en muy buenos términos a Pinochet (salvo por el hecho de que mató muy poca gente a su “juicio”, como ya te contamos arriba).

Capaz, como “sabe poco de él” también se le pasó que Bolsonaro, ex militar, apoyó y apoya abiertamente la dictadura brasileña que duró hasta el 85, que opina que “un policia que no mata no es un policia”, que cree que los migrantes “son una basura” y un montón de antivalores más que muy, pero muy difícilmente van en la línea de lo que él mismo la semana pasada conmemoró celebrando los 30 años del triunfo del “NO”.

Porque ya, que J.A. Kast, Jacqueline van Rysselberghe, Manuel José “Cuatro mil trescientos cuarenta y cuatro mil quinientos millones coma cinco dólares” Ossandón, celebren con champaña la posibilidad de un gobierno de extrema derecha en Brasil se “entiende”, porque al menos ellos tienen “la decencia” de seguir declarando su pinochetismo. Lo mismo los parlamentarios evangélicos, porque…evangélicos.

Pero que el Presidente de Chile, que hace menos de una semana, celebró el “NO”, ahora vaya por el mundo demostrando su apoyo a un candidato que se pasa todos los valores democráticos por el poto es de una indecencia y un descaro sin límites.

Aparte opinando sobre alguien “que conoce poco”.

Una vergüenza mundial.