Sucedió en el programa de radio “Esto no es Plaza Italia” de radio Oasis, conducido por Marcelo Comparini y Ramón Llao.

El candidato presidencial de Chile Vamos, Sebastián Piñera, visitó los estudios de radio Oasis para ofrecer una distendida entrevista matinal a los conductores Marcelo Comparini y Ramón Llao.

En este punto la palabra “distendido” debe entenderse con cierto relativismo. Entenderemos el día de hoy “distendido” como carente de tensión, como relajo extremo. Pero Piñera, fiel a su estilo, llevó este relajo a una falta total de filtro y tino.

Se puede entender lo sucedido también como un “lapsus”, una acción oral involuntaria en la que el sujeto deja salir lo que en su subconsciente navega, en forma de palabras. Las que por lo general no son bien recibidas por el mundo exterior, pues son pensamientos que deben permanecer en esa forma y no en la de palabras, a menos que se desee quedar como un sociopata.

Pero mejor que te hagas tu propia idea. Lo que pasó fue que el conductor del programa le dice a Piñera que la entrevista “de verdad” comenzará luego de una pausa comercial durante la cual degustarán de un pequeño agasajo por parte de la producción. “Un refrigerio bastante modesto” dice el candidato refiriéndose al desajunior.

Comparini, para salir del paso, explica que Andrónico Luksic, dueño de la casa, no sabía de tan importante visita y que se pondrán en contacto con él para que “mande más cositas”.

Entonces viene el momento. Si te fijas, Sebastián Piñera duda, trastabilla en la idea de tirar o no “el chiste”, se frena primero. Probablemente era su consciente intentando bloquear la mandíbula, lengua y labios de no convertir en palabras lo que el inconsciente estaba murmurando.

Pero no. Finalmente las palabras salen. Dice: “Nos están tratando como si estuviéramos en el Sename”.

Luego de una especie de risa nerviosa uno de los conductores le dice a Piñera: “Ojo con los chistes”.

El “chiste” va en directa concordancia con lo que hace unas semanas nos explicó el pisquiatra Rodrigo Paz que sostiene la teoría de que a los políticos en resumen les importa un carajo la situación del Sename, institución a cargo de los niños más vulnerables y vulnerados del país, que está en medio de una desatada crisis luego de que se dieran a conocer las pésimas condiciones de sus centros de acogida en los cuales en los últimos años han muerto más de mil niños.

La situación dejó a todo Chile (o a los que han escuchado el “chiste”) con las manos en la cabeza, pero probablemente tiene con migraña tensional mixta es al equipo de asesores del candidato que hace menos de una semana lanzó sus 14 propuestas para superar la crisis del Sename, dentro de las cuales por supuesto no está “hacer chistes horribles respecto a la situación”.

Este capítulo hardcore de las llamadas “Piñericosas” trae a la memoria el otro chiste del candidato de Chile Vamos de hace dos meses cuando en una actividad con sus adherentes dijo: “Bueno muchachos, me acaban de sugerir un juego muy entretenido: es muy sencillo, todas las mujeres se tiran al suelo y se hacen las muertas, y todos nosotros nos tiramos encima y nos hacemos los vivos. ¿Qué les parece muchachos?” y que fue considerado “inaceptable” por la Presidenta Bachelet. Quedamos con un paquetito de pop corn esperando las reacciones a este nuevo episodio.