El alcalde de Puerto Varas, Álvaro Berger, dio un pobre espectáculo en horas de esta mañana, ingresando sin permiso a la casa de su ex pareja, Mónica Castillo, que denunció la violación de morada ante Carabineros. La policía constató que Berger ocasionó daños en el lugar, quebrando una ventana para entrar, supuestamente, “a retirar sus efectos personales”.
El militante por el Partido Socialista encontró que lo lógico era forzar la entrada al inmueble luego de llamar a la puerta y no recibir respuesta. Se entregó a las pocas horas y hoy viernes pasó a control de detención en el Juzgado de Garantía de Puerto Varas.
Dos días antes reaparece en medios el caso de Carlos Urzúa, actual concejal DC, quien desde 2009 tenía denuncias interpuestas por lesiones menores en un juzgado de San Fernando, comuna en la ejerce su trabajo político desde el 2000. Urzúa fue acusado de maltratar a su ex mujer y fue obligado por la Justicia a abandonar el hogar común y alejarse de ella por un año.
Las declaraciones apuntaban a que Urzúa golpeó a su ex esposa en presencia de su hija, por lo que se tomó la medida cautelar del alejamiento para evitar posteriores episodios de violencia física y verbal.
Cabe mencionar que Urzúa postula a la reelección como concejal por el periodo que se inicia en 2017, mientras que Berger se vio envuelto en una polémica por no presentarse a trabajar en un espacio de tiempo prolongado, tanto así que los ciudadanos puertovarinos pegaron carteles de “se busca” en alusión a un supuesto abandono de deberes de parte del edil.