Este lunes en la mañana, Rebeca Naranjo Hernández, joven polola de Nano Calderón, se querelló contra el abogado Hernán Calderón Salinas por abuso sexual reiterado, a días de que éste denunciara haber sido víctima de un ataque de su hijo, quien lo apuñaló e intentó dispararle tras una discusión familiar.
Los acontecimientos se convirtieron en tema nacional y condujeron al abogado a querellarse por parricidio frustrado, lo que supondría al menos diez años de cárcel para Nano Calderón, quien se dio a la fuga y que actualmente se mantiene prófugo.
La joven, de nacionalidad venelozana, denuncia haber sido víctima de abuso sexual reiterado por parte de su suegro, cuando vivían los tres en el departamento de Hernán Calderón, entre septiembre de 2019 y junio de este año. La acción judicial fue interpuesta ante el Cuarto juzgado de Garantía de Santiago.
A continuación te presentamos parte del escrito que presentó Naranjo y que publicó Glamorama:
“Nos fuimos a vivir al departamento de su padre, don Hernán Calderón Salinas… Aquello, puesto que con mi pareja teníamos un viaje de varios meses programado y el Sr. Calderón Salinas le propuso a su hijo que arrendara su departamento y nos quedáramos con él hasta que el viaje se efectuara”, relató la joven.
“Sin embargo, a mediados de febrero de 2020, don Hernán Calderón Salinas empezó a llamarme constantemente para preguntarme cómo estaba su hijo y cómo estábamos nosotros como pareja En un principio, yo consideré que era una actitud de padre preocupado, no obstante, al pasar el tiempo los llamados fueron incrementando, esta vez preguntando específicamente por mí y mi ubicación”, prosiguió.
“Frente a esto, yo le consulté la razón de sus llamados constantes y él me señaló que como vivía en su departamento yo le debía explicaciones, lo que en ese momento entendí como una regla de su hogar. Posteriormente, en marzo de este año, comencé a percibir una actitud extraña por parte del Sr. Calderón, él se me acercaba bastante y yo sentía que me miraba de una manera distinta, me hacía insinuaciones”.
Luego las cosas tomaron un giro:
“El día 8 de marzo el querellado se acerca a mi mientras yo estaba cocinando, él me agarra por las caderas, me da un beso en cada mejilla y me dice descansa. Aquello para mí fue bastante incómodo, sentí que fue inapropiado, comentándole a mi amiga Karen Siciliano Cabezas, que tenía duda de sus intenciones”.
“El 19 de marzo, mientras mi pareja se encontraba en nuestra pieza, yo fui a la pieza de invitados del departamento abuscar cajas con stock de mi local, puesto que necesitaba armar pedidos para enviar. Estando yo agachada, siento que me tocan el cuello y los brazos, yo instantáneamente pensé que era mi pareja, pero grande fue mi sorpresa al percatarme que era su padre…
“Antes de que pueda levantarme el Sr. Calderón Salinas me dice ‘tienes la piel rica, Suavecita’. Luego de eso me paro rápidamente y antes de que pueda irme de la pieza me pregunta ‘¿qué tienes allí?’, señalando la parte posterior de mi short, me doy vuelta a mirar para ver a qué se refiere y en esos instantes siento que don Hernán Calderón Salinas me está levantando el short y pone la palma de su mano en mi glúteo. Lo único que pude hacer fue correr a mi pieza, tenía mucho miedo, temblaba, me sudaban las manos, no sabía que hacer, quedé en blanco y comencé a llorar, me tuve que bañar para quitarme el olor a su perfume”.
“Transcurre aproximadamente una hora desde que me voy del departamento, y el Sr. Calderón Salinas empieza a llamarme repetidamente y a enviarme mensajes por WhatsApp preguntándome dónde estaba y por qué no contestaba el teléfono. Finalmente decido responderle que tenía el celular en la cartera, y automáticamente el querellado elimina los mensajes que me había enviado”.
“A mediados de abril, el Sr. Calderón Salinas junto con su pareja, doña Patricia Ramírez, que había llegado al departamento a quedarse, nos invitan a compartir un asado familiar. Estando los cuatro sentados en la mesa, empezamos a hablar de mi negocio de venta de bikinis y yo señalo que el modelo que más vendía eran los pequeños tipo colales, ante mi comentario don Hernán Calderón Salinas me dice que me pruebe uno para ver qué tan pequeños eran; ante esto doña Patricia le llama la atención y su hijo le dice que es un comentario inapropiado y fuera de lugar, yo solo guarde silencio. Me atrevería a señalar que este fue el momento en que Hernán Calderón Argandoña comenzó a percatarse del comportamiento lascivo de su padre hacia mí”.
“El día 22 de mayo, con mi pareja tuvimos una discusión por lo que decidí dormir en la pieza de invitados. En medio de la noche, estando yo acostada en la cama, me percato que don Hernán Calderón Salinas entra a la habitación, siendo mi única reacción hacerme la dormida, pero el querellado se da cuenta de que estoy despierta y me pregunta cómo me sentía después de la discusión con su hijo. Sorpresivamente, siento su mano dentro de mi pijama al nivel del pecho, me estaba tocando los senos, en ese momento logré reaccionar y le quité bruscamente su mano de mi busto. Él se retiró, pero en mi cabeza siempre estaba el miedo de que los episodios se volvieran a repetir”.
“A principios de junio, discutimos con Hernán Calderón Argandoña, y yo aproveché la pelea para decirle que me iba del departamento, ya que no encontraba otra manera de salir de la situación que estaba viviendo. Con la ayuda de Laura, la asesora del hogar, recogí gran parte de mis pertenencias y las metí en maletas”.
“Laura bajó al subterráneo a buscar un carro para poder meter el resto de mis cosas y hacer el traslado más fácil, en esos momentos, en que estoy esperando que ella vuelva con el carro, don Hernán Calderón Salinas me dice que no quiere que me vaya, a lo que le respondo que me voy a ir del departamento. Luego, el querellado me señala ‘yo quería que tú fueras mía, ¿no te atreves?, yo le digo que está loco y justo llega el ascensor con la asesora del hogar. Terminé de recoger mis cosas y bajo con ella para que me ayudara a meterlas a mi automóvil”.
Finalmente, según registra la querella, Rebeca le habría contado a Hernán hijo lo que venía sucediando.
Distintos rumores indicaban previamente que Nano Calderón habría atacado a su padre en un acto de furia a raíz de supuestas conductas inadecuadas contra su polola, quien se dedica al comercio de ropa.
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