El miércoles una turba esperó a Iván Aróstica afuera del Tribunal Constitucional y le dieron combos y patadas.
*Las fotos son de Agencia Uno / La foto de portada es de Esteban Felix de AP
Iván Aróstica es el presidente del Tribunal Constitucional (TC), también conocido como la tercera cámara. Es un órgano jurisdiccional independiente de cualquier poder del Estado y su labor es la de velar por la constitucionalidad de las leyes que se tramitan en el Congreso.
Una mente despierta podrá inferir de inmediato que su rol realmente es resguardar que la Constitución del 80- año en el que volvió a la vida luego de ser disuelto en 1973- se mantenga más o menos intacta.
Este miércoles, y tras finalizar la jornada de alegatos por el proyecto de ley que aprobó el Congreso sobre libertades condicionales, Aróstica salía del lugar y un grupo de manifestantes lo esperaba para lincharlo en la vía pública.
El presidente del TC fue reconocido por personas cercanas a los movimientos de Derechos Humanos, según consigna El Dínamo, para golpearlo con banderas, puños y a patadas hasta dejarlo en el suelo. Tuvo que ser salvado del linchamiento por carabineros.
El proyecto en discusión elevaba los requisitos para que quienes hayan sido condenados por violaciones a derechos humanos puedan solicitar esta libertad. Sin embargo desde Chile, Vamos con sus senadores y diputados, presentaron requerimientos para que este aumento de requisitos fueran declarados inconstitucionales, y el TC los declaró admisibles.
Más en sencillo: El TC consideró admisible el requerimiento de darle beneficios carcelarios a los detenidos en Punta Peuco y al parecer eso fue una especie de gota que rebalsó un vaso de rabia popular en contra del TC. Para muchos, y para el sentido común, el TC hoy en día actúa como el último recurso de los conservadores, que ven ahí la opción de torcer la voluntad popular, más cargada al progresismo, como lo sucedido con sus trabas a la Ley de aborto, con el lucro en la educación, con las facultades del Sernac, y ahora con darle beneficios a los presos de Punta Peuco.
Medidas tomadas con Aróstica (que pudieron emputecer a la gente)
Tribunal Constitucional rechaza las facultades sancionatorias del Sernac
Iván Aróstica fue designado como Ministro del Tribunal Constitucional el 12 de julio de 2010 por Sebastián Piñera en su primer mandato luego de que José Luis Cea renunciara en medio de polémicas por sus fallos.
Aróstica terminó ese primer periodo el 15 de marzo de 2013, pero al día siguiente Piñera lo volvió a nombrar, esta vez por nueve años.
El TC dijo que son “inconstitucionales las nuevas potestades jurisdiccionales que el proyecto de ley contemplaba entregar al Sernac. En todo caso, mantuvo incólume el aumento de sanciones y el régimen de protección a los consumidores”.
Esto significó que no sólo la facultad sancionadora es inconstitucional sino que también la capacidad normativa. Sólo se mantuvo la facultad fiscalizadora.
Rechaza prohibición del lucro
En un comunicado el TC dijo que “ha terminado el examen preventivo de constitucionalidad del proyecto de ley sobre educación superior, concluyendo declarar, por mayoría de votos, la conformidad a la Constitución de la generalidad de sus disposiciones, en especial lo relativo al régimen de gratuidad de la educación superior y su financiamiento”.
“Sin perjuicio de lo anteriormente señalado, por mayoría de votos se acordó declarar la inconstitucionalidad del artículo 63 del proyecto, y del artículo 18 transitorio en relación al mismo, referidos al estatuto jurídico de los controladores de universidades”, concluyeron.
Tribunal Constitucional validó la objeción de conciencia
El TC acogió el requerimiento de Chile Vamos sobre las clínicas privadas y la, en esos momentos, recién promulgada ley de aborto en tres causales.
El TC revirtió lo que había dicho Contraloría y permitió que las clínicas pudieran negarse a realizar abortos aunque tuvieran acuerdos con el Estado.
TC declara inaplicable ley laboral para funcionarios públicos
Luego de que el TC declarara esto, los trabajadores de los sectores públicos no podrán ir a tribunales laborales para demandar al Estado por razones políticas, acoso laboral o despidos injustificados.
¿Violencia condenable?
¿Cuál es la violencia que condenamos? Resulta fácil encontrar actos de violencia hoy en día. Un despertar, de la mano del feminismo, hizo recapacitar a la sociedad y de un golpe a la realidad les hizo entender que las maneras que tienen los poderes que articulan las estructuras de gobierno son violentas.
Pero por alguna razón no se condena la violencia que se ejerce desde el control o desde el poder o los poderosos, sino que siempre la violencia que se condena es la que viene desde los sectores populares hacia la clase dominante.
Jason Brennan, profesor de estrategia, economía, ética y políticas públicas en la Universidad de Georgetown, dice que si los agentes del Gobierno son violentos bajo ninguna justificación las personas pueden detener su violencia.
Entonces claro, todos estamos de acuerdo en que una turba lanzándose contra una persona desarmada y sola es impactante, condenable incluso, pero no deja de ser importante preguntarse por qué ocurren estos estallidos de agresividad.