Las imágenes son claras.

Cuando el régimen islámico se alzó en el poder en Irán durante 1979, obligó a las mujeres a utilizar hiyab (un velo), pese a las protestas y manifestaciones de las mujeres en contra de este nuevo reglamento que controla la forma de vestir de las personas.

Hengameh Golestan, una fotógrafa iraní, dedicó su vida al trabajo documental cotidiano de la historia en el país. Tanto como matrimonios, mujeres, familias, niños y niñas o también el último día en el que las mujeres tuvieron libertad de vestuario, en marzo de 1979.

El hiyab es un símbolo e pureza, de identidad o de rechazo a la globalización cultural, pero también es un símbolo de sumisión de género.

Golestan fotografió los momentos de la rebelión. Capturó los gritos, las calles tomadas, las voces que exigían libertad y poder de elección. Eran mujeres de todas las edades, profesiones, estratos sociales y estilos de vida. Todas participaron de una gran concentración, una enorme manifestación, que terminó de manera violenta luego de la acción policial en las calles de Teherán.

Las mujeres fueron derrotadas por el régimen islámico. Resistieron lo que más pudieron. Estaban en contra, no lo querían. Estas batallas se han dado durante toda la historia moderna. A veces han ganado, otras las han perdido, sin embargo las mujeres han continuado con la lucha tanto como para recuperar los derechos que les han quitado, como el derecho a decidir sobre su cuerpo, o por pelear derechos que se les han negado.


En 2018, 29 mujeres fueron detenidas por protestar contra el uso del hiyab, luego de la estrcta ley creada en 1979. Esto sumado a las protestas del 2012, y a las muchas otras en las que las mujeres y activistas feministas han protestado.