Hemos publicado las cifras: la OMS señaló que en Chile cerca de 800 mil personas sufre depresión y más de un millón ansiedad con cuadros ligados a este tipo de trastorno.
Chile es el único país OCDE donde la depresión ha aumentado junto con Corea del Sur, algo ligado a los diferentes casos de suicidio que proliferan durante la última década. Un estado de emergencia, la sensación de irrealidad, caos, de no saber qué diablos va pasar, las imágenes violentas y la sensación de angustia provocada por las fuerzas especiales y militares en la calle, exacerban este tipo de trastornos y está bien documentado que ese estado de shock puede ser usado como una manera de control por parte de las autoridades.
La sicóloga María Ignacia Tupper, nos explica la forma en que la situación vivida en el Chile de hoy puede afectar la salud de todos (y también entrega consejos para evitarlo).
Consecuencias del “Estado de Emergencia”
“Teniendo en cuenta que en Chile la salud mental es una de las grandes deudas, un estado de emergencia exacerba estados ansiosos, depresivos o incluso maníacos de las personas que están en tratamiento o que debieran estarlo. Es una situación que pone nerviosas a todas las personas, imagínate a gente con problemas de salud mental” nos cuenta.
“Pensando también en que hay mucha gente con tratamientos que dejan mucho que desear, hay gente que se descompone fácilmente ante estas circunstancias. Además llama al caos y pánico colectivo, ya que la gente no sabe qué va a pasar, cuándo va a terminar,etc. Por lo que todos esos estados nerviosos, ansiosos, depresivos, se alteran y hasta descontrolan”
Para el año 2020 la depresión se ubicará en el segundo puesto en la lista de enfermedades que producen muerte prematura y discapacidad, y ya en el 2030 será la primera en la lista de enfermedades que padecerán las personas.
“Para personas que pasaron por cosas horribles en dictadura pueden surgir estrés postraumático, lo que después puede llevar a depresiones, estados ansiosos. Además de que somos una sociedad muy ignorante en el tema, muy poca gente sabe cómo reaccionar y ayudar a alguien que sufra estas consecuencias”.
Recomendaciones para sobrellevar la situación
- En una primera instancia, para alguien en estados más adaptativos, autoevaluarse, cuánto ha impactado esta situación en mi vida personal, en mi situación, cómo me siento, creo que es muy importante identificar y ordenar las emociones y sentimientos que surgen a raíz de esto. Ver qué cosas me provocan esas emociones. Y desde ahí resolver, si me provoca ansiedad o miedo las fuerzas armadas por ejemplo, decidir no salir a la calle o no ir a trabajar.
- Si no tengo mucha claridad de qué es lo que me provoca ansiedad, apagar la tele, aquietar la cabeza es muy importante para estas personas, dejar de exponerse a los factores que me provocan estas emociones.
“Cuando veo que me está afectando en distintas áreas de mi vida y se transforma en algo más desadaptativo que no me deja seguir con mi vida normal, siempre es importante pedir ayuda externa, hay grupos de psicólogos organizados para asistir a la gente de manera gratuita”
“También es muy importante que la gente cercana a personas que sufren de esto se informen, para poder contenerlas en caso de crisis y pedir ayuda cuando sea necesario. Esa es otra gran deuda, informar, educar a la sociedad en cuanto a los problemas y enfermedades de salud mental. Como sociedad no sabemos cómo tratar con estas personas ni cómo reaccionar”.
El toque de queda como método de control de masas
“Lamentablemente genera miedo en las personas, sobretodo en quienes vivieron toque de queda en dictadura, porque para ellos es revivir el trauma. Esas personas creen que si salen, o sus familiares y seres queridos salen a la calle, les puede llegar un balazo, y lamentablemente no se están equivocando tanto“.
“Desde esa mirada sí funciona como una herramienta de control psicológico como forma de presión, porque te obliga, desde el miedo y el trauma que existe, a acatar y esconderse. No se genera una comprensión o un llamado al “orden público” desde la razón, si no que desde el miedo y la angustia de no pasar de nuevo por lo mismo”
“Por otro lado están las nuevas generaciones que no tienen miedo, porque no vivieron lo mismo y vemos que no les provoca esa angustia y miedo salir a la calle en toque de queda. Yo creo que con estas generaciones no funciona tanto como herramienta de control psicológico como forma de presión, porque a la vez se da que tenemos generaciones con una desesperanza aprendida de la vida en general, por lo que han visto sufrir a sus padres, sus familias, lo que es muy triste, pero tampoco tienen miedo porque no tienen nada que perder y a la vez son capaces de sufrir consecuencias graves, cueste lo que cueste, para que esto cambie. Las autoridades están buscando resolver una crisis social gigante con represión y miedo, lo que ya no está funcionando”
Si sientes que necesitas un poco de ayuda psicológica estos días acá hay un grupo de psicólogos que está haciendo sesiones gratuitas.