Aunque los sucesos que ocurrieron este sábado en la capital de Sri Lanka dieron la vuelta a todo el mundo, las protestas en aquel país ya llevan varios meses. Lo que se esconde detrás de estas manifestaciones es una aguda crisis económica que no se veía desde 1948.
Sri Lanka está dando qué hablar en todo el mundo, luego de que un grupo de personas ingresara a la residencia presencial y también quemara la casa del primer ministro.
La razón detrás de esta situación es que los habitantes de Sri Lanka están exigiendo un cambio de gobierno
¿Qué es lo que sucedió específicamente en Sri Lanka que llegó a ese punto?
Todo habría comenzado el sábado pasado, día en que miles de personas se reunieron en Colombo, la capital de Sri Lanka. Según informaron agentes estatales a AFP, algunas personas se tomaron los trenes para llegar hasta allí.
Un día antes, el presidente Gotabaya Rajapaksa había dejado la casa presidencial como forma de precaución de las manifestaciones acordadas para el sábado, de acuerdo a información del Ministerio de Defensa a Reuters.
Te podría interesar: Hablamos con el fotógrafo que retrató el asesinato de Andréi Kárlov
Ya el sábado, miles de manifestantes llegaron e invadieron la residencia presidencial, al tiempo en que gritaban y ondeaban la bandera de Sri Lanka.
Ese mismo día, la residencia del primer ministro Ranil Wickremesinghe fue completamente incendiada, presuntamente por acción de manifestantes.
Según se pudo observar por videos difundidos en redes sociales, había personas nadando en la piscina presidencial y otros manifestantes estaban vaciando los cajones de la casa.
No obstante, hay que recordar que las protestas en este país ya llevan varios meses.
En la actualidad, Sri Lanka vive la peor crisis económica desde 1948. Ya a inicios de este año, algunos alimentos como el arroz habían doblado su valor en comparación al 2021.
Otro de los hitos que marcó la crisis fue que la semana pasada el gobierno de Gotabaya Rajapaksa manifestó que no tenía reservas en moneda extranjera, como dólar o euro, para poder importar combustible al país. En ese sentido, las autoridades apuntaron a que las reservas de gasolina y diésel solo alcanzarían para un par de días más.
Luego de ese anuncio, el gobierno prohibió vender gasolina y diésel a los consumidores. Eso se tradujo en que millones de personas tuvieran que trabajar desde el hogar y que los colegios de todo el país se vieran obligados a cerrar.
Todo eso ha llevado a que el hambre se haya visto en aumento, a lo que se suma también la escasez de la gasolina y electricidad para toda la población.