Siempre que alguien me recomienda una serie termino decepcionándome ya que difícilmente están a la altura de este infravalorado animé.
A grandes rasgos, Evangelion es la historia de cómo la humanidad se defiende de los ángeles enviados por Dios a destruir su fallida creación, mediante adolescentes llamados los elegidos. Estos jóvenes pilotean descomunales robots con quienes establecen vínculos nerviosos y literalmente espirituales. A través de estos adolescentes veremos cómo es el tira y afloja entre una vida predestinada a la de súper héroes (al principio) y el hecho de madurar teniendo en cuenta todos los traumas asociados a una generación post apocalíptica.
Lo mágico de Evangelion, está cuando vamos al detalle, al milisegundo exacto, al detalle de la palabra o a los cómo dijo lo que dijo.
La ciencia al servicio del argumento
A diferencia de muchas series y cine de ciencia ficción, la historia de Evangelion justifica la ficción de un modo tan real, que es difícil imaginar que todo lo que allí ocurre es ficticio.
Siempre recordaré el capítulo en el que hackean el centro de operaciones a través de un ataque DDOS y todas las técnicas de defensa que utilizan para evitarlo, son efectivamente los métodos que utilizan hoy en día los grandes bancos y organizaciones como el FBI o la CIA. De hecho recuerdo haber visto esa escena más tarde con uno de mis amigos que se dedica a la seguridad informática, y él, muy anti animé y todo, mientras veía la escena alucinaba escuchando toda esta situación y discusión sobre puertos, backdoors y el largo etcétera. Sin ir más lejos, el hackeo masivo que tumbó a EEUU a finales del año pasado, funcionó muy similar a lo que vimos en The End of Evangelion [1. Confirmado: el ataque DDoS que tumbó la red en EEUU surgió de una botnet en el Internet de las Cosas]
Otro ejemplo es que la madre del protagonista, estudiando cómo se regeneran las salamandras, descubre cómo generar una mitosis celular que permite la regeneración de tejido de algunos de sus Eva, con la aparición de un blastema.
Esos son sólo algunos ejemplos de lo que les digo. Sheldon Cooper no podría estar más feliz.
Los elementos religiosos
Desde muy pequeño escuché la historia de que Eva –según la explicación católica apostólica romana– no era en realidad la primera mujer sobre la faz de la tierra. Evangelion entonces se engancha de eso y construye todo un argumento, que si estudias quién es Lilith y lo conectas con los acontecimientos de la serie, todo se vuelve ridículamente excitante e interpretable.
Dios crea del barro a Adán y Lilith. Lilith se pelea con Adán. Dios expulsa a Lilith del paraíso. Dios extrae una costilla a Adán y crea a Eva. Adan y Eva se llevan bien. Adán y Eva tienen una jerarquía. Adán se aburre de Eva. Adán busca la pasión de Lilith.
Sus personajes
En Evangelion los arquetipos de personajes son bastante inusuales.
Salvo los protagonistas, ejemplos literales del psicoanálisis freudiano, nunca lograrás predecir lo que algún personaje hará en la siguiente escena, pues en Evangelion nada es obvio.
Me explico: Los personajes no son usuales, ni típicos, pero si responden de manera correcta y consecuente a lo que esperas. Mejor aún es cuando logras ver las referencias bíblicas que hay en la identidad de cada uno de ellos. Espero no hacer un spoiler, pero incluso “Jesús, quien se sacrificó por la salvación de la humanidad” está representado por un personaje clave.
Ese juego superficial entre lo que ves y lo que realmente está pasando tiene su ícono evidente en los mismos Evas. Todo el mundo cree que esta serie trata de robots, pero lo cierto es que se trata de clones de los seres monumentales creados a imagen y semenjanza de Dios (Adan y Lilith). El metal no son más que anclajes con vínculos nerviosos que permiten a los seres humanos controlar este poder infinito.
Su potencia narrativa y dirección fotográfica
Difícil es creer que un simple animé utilice recursos audiovisuales tan sofisticados, pero escuchar a Bach mientras desgarran el cuerpo de un protagonista es absolutamente impactante. Tan buena es su narrativa que incluso se rien del tiempo para jugar macabramente con lo que ves, lo que crees que está ocurriendo y lo que realmente está ocurriendo.
Que suerte que me salvaste, afirma shinji. No lo recuerdo responde Rei. Debe ser porque soy la tercera.
¡Corte!
Si entiendes lo que pasó en ese momento, algo en ti se apreta fuertemente en el pecho. Si entiendes lo que está ocurriendo bajo la linea argumental incluso podrías llorar.
Las fotografias tampoco se quedan atrás.
Todos los cuadros en Evangelion son mágicamente bellos, en parte, gracias a las proporciones no humanas de las que Gainax ha dotado a la arquitectura de Tokyo-3. Para entender esto, calculen que el pie de un Eva es del tamaño de una cancha de fútbol, el Geo Front (Cuartel general) debe resguardar a los Evas. Imagina entonces cómo luce un ser humano en las escaleras interiores del Geo Front moviéndose varios pisos a través de él.
El guión, el guión, el guión.
Cuando el deleite visual se acaba, cuando la narrativa te tiene al borde de la locura, cuando las citas culturales y religiosas parecen haberte emocionado al cien por cien, es cuando llega un guión fascinante y las infinitas citas que te harán sentir como otra persona luego de ver la serie.
El destino de la destrucción es la alegría del renacimiento, afirma la élite que quiere “””salvar””” al mundo, así con muchas comillas.
(Cualquier parecido con la realidad es solo coincidencia…)
Los ángeles poseen el fruto de la vida… Sin embargo el hombre posee el fruto del conocimiento. Ahora, el Eva 01 posee ambos frutos. Está a un paso de convertirse en Dios, la fuente de todas las almas… El Árbol de la Vida ha vuelto a crecer. ¿Encontraremos el arca que salve a la humanidad del Tercer Impacto o… este demonio nos destruirá a todos? El destino del ser humano esta en las manos de Shinji Ikari. Un diálogo realmente abrumador cuando ese cuadro plástico de la segunda mitad de The End Of Evangelion nos tiene con los pelos de punta.
Él que se odia a sí mismo, no puede agradar a los demás ni tampoco confiar en nadie, es la génesis del comportamiento de Rei, la niña autista de pelo azul.
Me es difícil en general poder expresar de manera correcta lo perfecta que es la serie, y de hecho creo que no lo logré, pero lo único cierto es que espero si algún día tienen la oportunidad de verla, la vean, de principio a fin, y no una, sino dos o tres veces, pues cada detalle contribuye a que a la larga la serie te guste más y más. No son más que 26 episodios, de 25 minutos cada uno más una película que es el impactante final que tiene la obra maestra de Gainax.
https://www.youtube.com/watch?v=IQrXRBh94IA
(Hemos actualizado este post pues The End of Evangelion acaba de cumplir 20 años, y sigue siendo tan vigente como antes)