Casi 3 millones de personas cayeron en la pobreza en Argentina tan solo el año pasado y las estadísticas para el 2019 no son alentadoras.


Argentina había logrado casi 15 años de relativa calma luego del descalabro económico provocado por el corralito del año 2001 (donde el gobierno impidió que las personas retirasen su dinero de los bancos causando el hundimiento del sistema financiero del país).

Tras la elección de Mauricio Macri el año 2015, que venía con grandes promesas de desarrollo asegurando que Argentina se convertiría en una potencia mundial para el año 2020, se produjo una nueva incertidumbre que tiene a la población empobrecida y sin poder acceder a los servicios básicos (actualmente un litro de leche en el país es tan caro como un litro de gasolina).

Macri afirmó incluso, que en su mandato se llegaría a la pobreza cero, pero la situación se ha revertido y actualmente la cifra de pobres aumentó en un 6% tan solo el año pasado (correspondiente dos millones de personas y 800 mil que cayeron en la indigencia).

El PIB decayó un 2,1%, existe una inflación del 47% (la más alta de la región después de Venezuela) mientras que la canasta básica y sus costes aumentaron un 53%

¿Qué fue lo que salió mal entonces?

El gobierno argentino anterior presidido por Cristina Kirchner, mantenía un sinnúmero de subsidios públicos que complicaron el pago de la deuda externa del país. Para mitigar estos efectos, Macri “liberó” la tasa de cambio el año 2017 y el peso argentino inició una caída sin parar hasta el día de hoy.

Para ajustar el gasto público, el gobierno también comenzó a eliminar estos subsidios aumentando el coste de vida de los argentinos que debieron pagar más por comida, electricidad, gasolina y transporte. La medida también ocasionó la peor inflación vista desde hace 30 años.


El gobierno aseguraba que podría solventar la crisis mediante la inversión extranjera, sin considerar que la política de Trump desde un principio ha tenido como intención mantener su capital dentro de las fronteras americanas. Frente al fracaso de atraer nuevos inversionistas, Macri debió pedir un préstamo al Fondo Monetario Internacional (FMI) causando el rechazo ciudadano.

Las cifras de esta mala gestión son alarmantes y los comedores comunes de los barrios pobres de Buenos Aires y otras ciudades como Córdoba, no logran suplir la demanda ocasionada por este aumento explosivo de la pobreza.

Cifras

El informe que evaluó la situación actual de la pobreza en argentina no solo encontró un aumento del 6% respecto, sino también otras cifras desalentadoras que podrían intensificarse: el 46,8% de los menores de 14 años es pobre y uno de cada diez niños en Argentina es indigente. La región noreste del país es la más golpeada: allí el 40,4 % de los habitantes es pobre, con un pico del 49,3 % en la ciudad de Corrientes.

Analistas culpan al ejecutivo de intentar mediante medidas desesperadas hacer que el programa macrista funcionara sin considerar el efecto negativo que tendría el tipo de cambio para el costo de vida de la clase media del país.


“Los políticos llegan al absurdo de malversar la ciencia de la lógica. Por caso, el dolor -físico o psicológico- es una advertencia -del cuerpo o la mente- de que estamos errando y debemos corregirnos. Al acercamos al fuego, sentiremos una molestia, una advertencia del cuerpo para no acercarnos más so pena de dañarnos. La función del dolor es precisamente advertir un daño potencial mayor” escribió Alejandro Tagliavini en una columna llamada “Macri hacedor de pobreza”.

Se espera que el PIB de Argentina crezca un 1% este año y si la situación empeora, la oposición no descarta llamar a un adelanto de las elecciones programadas para octubre de este año. Según las encuestas, la relección de Macri estaría en duda y quien ocuparía la Casa Rosada, volvería a ser Cristina Kirchner.