Reflexionamos sobre cómo el spam oral de tus amigos puede llevarte a odiar una serie sin siquiera verla.
La verdad nunca vi Breaking Bad, o sea, vi un par de capítulos y me gustaron, pero el fanatismo recalcitrante de sus fans me hizo dejar de ver la serie y no quiero que le pase a Mr. Robot.
“Si nos has visto Breaking Bad, no sabes de series, tienes que verla”. Así es como comenzaban mis conversaciones en torno a la serie de Heisenberg con fanáticos emocionadísimos, tratando de convencerte de lo increíble que era y lo de increíble que eran ellos por gustarles mucho la serie.
Entiendo, vivimos en Chile y que un correcto y aburrido profesor de la noche a la mañana se transforme en un Pablo Escobar resolviendo todos sus problemas es realismo mágico para un montón de profesionales sumergidos en un loop mediocre.
Pero ahora los fanáticos están arruinando a Mr Robot. Y sí, Mr. Robot es súper buena no solo por su impecable dirección, tener un protagonista con problemas mentales, drogadicto y ser un hacker anarquista. Pero necesitamos parar con el hype.
No quiero que termine transformándose en un Walking Dead o en un Stranger Things.
¿Mr. Robot está retratando muy bien lo que está pasando en la realidad?
Dejando a los fanáticos de lado, la serie es esencial porque es una manera fácil, permite entender el “mundo real” donde se desarrollan estos grupos de hackers tipo Anonymous y por qué son personajes clave en esta etapa de la “historia” humana. Sin ir más lejos, el viernes pasado un grupo de hackers gracias a un montón de teteras y aparatos electrónicos (#InternetOfThings) que se conectaban a Internet lograron botar Netflix, Twitter y cientos de páginas Web. Parece un capítulo de Mr. Robot o ¿Mr. Robot está retratando muy bien lo que está pasando en la realidad?
Sam Esmail es un nerd que hace todo muy bien y no solo porque la mayoría de los softwares y hardware que aparecen en la serie son ocupados regularmente por hackers reales, si no porque su historia es un paralelo a nuestra sociedad ultra capitalista dominada por corporaciones.
Todos podemos relacionarnos con “E” esa empresa de mierda que controla tu vida, tu saldo, sabe quién eres, qué compras etc. Algunos dirán que es Google, otros que es Banco de Chile. Otros lo relacionarán a la empresa donde trabajan y todos los días al entrar deben marcar su llegada.
Y para mí, ahí esta la magia de Mr. Robot, todos queremos ser Elliot, todos sabemos que nuestra democracia está hackeada hace rato y que el feed de nuestro FB está matemáticamente calibrado para que nos guste todo. Todos queremos romper ese loop para mandar todo a la mierda, así que en vez de aburrir a tus amigos contando lo genial que es Mr. Robot, quizá es momento que te conviertas callado en uno.