Una radiografía a las nuevas sexualidades adolescentes en Chile

Decidimos conversar con la médico sexóloga Magdalena Rivera, para aclarar dudas y eliminar mitos sobre la represiva vida sexual a la que se deben enfrentar los jóvenes en el conservador Chile

Según la octava encuesta nacional de la juventud, la edad promedio en la que se pierde la virginidad es de 16,6 años. La encuesta es realizada a jóvenes de entre 15 y 29 años. Sin embargo hay una gran variabilidad, mientras algunos se inician más jóvenes, otros lo hacen mucho mayores.

Así que decidimos conversar con la médico sexóloga Magdalena Rivera, para aclarar dudas y eliminar mitos sobre la represiva vida sexual a la que se deben enfrentar los jóvenes en el conservador Chile.

Rivera, además de ser médico sexóloga, es directora de la Escuela Transdisciplinaria de Sexualidad, docente Universidad Diego Portales y socia de Condoneria Nacional.

Existen diversas miradas sobre cómo es la sexualidad adolescente. Mientras algunos la juzgan al considerarla “muy precoz” o “desviada” debido a la existencia de mayor apertura a la diversidad sexual entre los jóvenes para otros educadores o investigadores en el tema la mayor apertura a aceptar las orientaciones sexuales diferentes a la heterosexualidad y la mayor flexibilidad frente a los roles de género es vista como positiva.

“Es frecuente ver en los medios de comunicación una mirada desde el riesgo y los peligros de la actividad sexual adolescente, fomentando una imagen de promiscuidad a la que debemos temer”, dice.

Sexualidades adolescentes

Hoy tiene más sentido hablar de sexualidades adolescentes que de sexualidad adolescente. Si bien en general hay mucho más apertura a las orientaciones sexuales no heterosexuales y a desarmar los esteriotipos de genero no todos lo viven así.

“Hay más cuestionamiento a las etiquetas, existiendo quienes, por ejemplo no se definen como heterosexuales, homosexuales, ni bisexuales, sino que plantean ‘que les gustan las personas'”, continúa.

También están los que más que hombres o mujeres se identifican como de género no binario, también quienes son mucho más conservadores e incluso deciden llegar vírgenes al matrimonio.

“Para algunos la actividad sexual puede ir desligada del compromiso y el vínculo emocional, mientras para otros no”, indica la sexóloga. Están también quienes se inician a temprana edad mientras que otros posponen su inicio hasta la adultez, ya sea por elección o por falta de compañeros sexuales o por religión. Por otro lado si bien se han flexibilizado los roles de género aún existen muchas creencias y comportamientos machistas entre los adolescentes.


Cómo mejorar la vida sexual

  • Conocerse a sí mismo y actuar en consecuencia a ello, es decir guiar las prácticas sexuales por los propios deseos y valores, más que por prohibiciones religiosas, normas familiares, presión de la pareja o amigos.
  • Practicar el autoerotismo para conocer el propio cuerpo, sus respuestas y sus zonas erógenas.
  • Considerar al otro como un sujeto y no un objeto en la práctica sexual, respetando siempre el consentimiento, que debe ser explícito. Atreverse a hablar de sexualidad, decir que nos gusta y que no a la pareja.
  • Abordar los encuentros sexuales como un espacio para el placer y el encuentro con un otro y no como una ocasión para “rendir”, “hacerlo bien” o cumplir ciertas metas.
  • Conocer los riesgos tanto de VIH, como de ITS y embarazo de cada práctica sexual y como prevenirlos, para poder generar estrategias de autocuidado.
  • Si hay dificultades o problemas para vivir adecuadamente la vida sexual conversarlos en pareja y si no se encuentra solución buscar ayuda especializada.

¿Cómo hablar con adolescentes sin sonar como unx amargadx?

“Hablando desde el respeto de ellos como sujetos de derecho y no objeto, considerando su opinión y sus decisiones. Educando sobre sexualidad no solo desde el riesgo sino que considerando el placer como parte relevante. Dando información clara y basada en evidencia científica. Esto no implica minimizar los riesgos que pueden tener las prácticas sexuales ni dejar de hablar de como prevenirlos sino que dejar de centrar la educación sexual en el miedo y abordandola de manera más integral”, sigue Rivera.


Peores mitos y errores

Muchos no usan anticoncepción en prácticas que tienen riesgo de embarazo. Y para muchos otros el único riesgo que consideran es el del embarazo por lo que si ya usan un método para prevenirlo como los anticonceptivos orales o sus prácticas no son heterosexuales no usan condón u otros métodos de barrera con el riesgo de contraer VIH u otra ITS.

“Otro de los problemas que suele haber es desconocimiento del propio cuerpo”, según Magdalena.

“También muchos han aprendido de la pornografía donde suele centrarse la actividad sexual en la penetración y no suelen ser realistas los cuerpos, sus tamaños ni los procesos de como es la fisiología de la respuesta sexual”, explica.

Magdalena se pregunta “¿Qué es una relación temprana?” ya que para que el sexo sea seguro no depende de la edad, salvo por la consideración de que la edad de consentimiento sexual en Chile es de 14 años y entre 14 y 17 años hay ocasiones en que es delito por la relación asimétrica de poder que pudiera darse con un adulto.

“Tener acceso a una educación sexual integral que permita tener la información y las habilidades para aplicarla es fundamental. Además es necesario un acceso gratuito y fácil a anticoncepción, condones y otros métodos de barrera de ser necesario. Poder contar con consejería en estos temas es también un aporte”.

¿Qué significa que los/las adolescentes comiencen una vida sexual temprana? ¿está bien? ¿está mal?

MR: Creo que más que en la edad concreta el debate debe centrarse en que la inicien con la educación sexual necesaria, el acceso a métodos anticonceptivos y de prevención de VIH y otras ITS, además de con el consentimiento adecuado.

En ese punto para mi lo que sería demasiado temprano es si no hay capacidad de consentir en lo que se está realizando. Lamentablemente muchas de las iniciaciones sexuales tempranas son en contextos de violencia sexual, lo que por supuesto es necesario erradicar.

Cuando ya es una relación con mutuo consentimiento lo importante más que la edad es una buena base en educación sexual que permita el adecuado autocuidado. Sin embargo es interesante considerar que en general educar en sexualidad más que adelantar la iniciación sexual como algunos temen la retrasa.

Al parecer el tener más información hace posible comprender mejor sus implicancias y planificar de mejor manera cuando realizarlo.


Lo positivo y nada impositivo de la masturbación

Sin duda alguna la masturbación es una herramienta de autoconocimiento, pero para nadie debe ser obligación realizarla. “Si a un adolescente no le atrae ni le interesa masturbarse está bien no hacerlo. Lo que no sería bueno es que queriendo hacerlo se reprima pensando que puede hacerle daño a su salud, lo que no es cierto”.

En cuanto a la edad, responde, es cuando a ellos les interese. “Hay quienes comienzan de niños con el estímulo de sus genitales, sin connotación de fantasías sexuales, sino que simplemente porque les da placer y luego continúan en la adolescencia. Mientras que otros lo descubren a mayor edad”.


Sexo anal adolescente

El sexo anal, si bien tiene más riesgos de contagio de VIH y otras ITS, al ser la mucosa más delgada y no lubricarse en forma natural se disminuye mucho si se toman las medidas adecuadas. El mayor riesgo es practicar sexo anal sin conocer cómo cuidarse.

Es fundamental el uso de condón y es recomendable combinarlo con lubricante compatible con preservativos y de textura densa como lo son los en base a silicona o los en base a agua formulados especialmente para sexo anal.


La vida sexual hetero v/s no hetero

Las principales diferencias de la adolescencia no heterosexual es que están mucho más expuestos a discriminación, a sufrir bulling, violencia en las calles e incluso a no ser aceptados por sus propias familias.

Esto hace que tengan más riesgos de tener problemas de salud mental incluyendo suicidio.

También debido a la exclusión y discriminación tienen más posibilidades de tener conductas de riesgo, incluyendo la relacionadas con la sexualidad. Por otro lado el miedo a ser discriminados en muchas ocasiones hace que retrasen o eviten la consulta a profesionales de la salud.

Es por eso que es fundamental que la educación sexual sea inclusiva de las diversidades sexuales, además de crear una sociedad completa que lo sea. En el caso de los adolescentes trans se suman los efectos psicológicos que tiene el tener una pubertad que no es acorde con su identidad de género.

Debido a esto actualmente se recomienda el acompañamiento psicológico y el retraso de la pubertad con tratamiento hormonal, para después realizar terapia hormonal cruzada. En el caso de las lesbianas suelen ser invisibilizadas y no suele abordarse de manera adecuada su salud sexual.


Roles de género en el sexo

“Los roles de genero influyen ampliamente en las prácticas sexuales”.

Para muchos hombres la masculinidad se relaciona con tener muchas parejas sexuales, con rendir y con “hacerlo bien”. Esto puede llevar a ansiedad de rendimiento midiendo el éxito de la actividad sexual por cuan firme fue la erección o cuanto tiempo se demoró en eyacular, dejando en segundo plano el disfrute y convirtiendo la actividad sexual en una prueba.

Aún existe la creencia errónea de que la única zona erógena de los hombres es el pene, perdiéndose las otras posibilidades del erotismo.

También está la idea de que los hombres siempre quieren desestimando el efecto que suelen tener los aspectos relacionales, psicológicos, el efecto del estrés, entre otros en su deseo sexual.

Para muchas mujeres aun persiste esta idea de que una mujer con muchas parejas sexuales es una suelta, lo que puede llevar a inhibirlas o a vivir su sexualidad con culpa, añadió Rivera.

También los estereotipos de belleza son una fuerte carga para muchas mujeres que no logran disfrutar plenamente su sexualidad al no estar conformes con tu cuerpo.

Otro punto en el que influyen es que algunas personas mantienen la idea de que el hombre es el que sabe en la cama y debe adivinar que hacer, lo que hace que, en contextos heterosexuales, puedan producirse problemas sexuales basados en esta falsa creencia.

El condón también es visto como responsabilidad masculina y hay mujeres que evitan llevarlo por no parecer sueltas o pensar que no es su deber.

En lo que respecta al consentimiento para algunas personas la actividad sexual en el contexto de una pareja sexual heterosexual es vista como un derecho del hombre y es frecuente la coherción.

El que sean mayoritariamente hombres los que violan o abusan sexualmente, incluso si las víctimas son hombres, nos muestra también que en la violencia sexual están los roles de género muy implicados.

“Podría seguir listando muchos ejemplos, ya que los roles de género afectan en muchos sentidos las practicas sexuales. Esto en adolescentes se ha ido flexibilizando, sin embargo aún perduran muchas prácticas machistas en la actividad sexual”.


¿Quieres iniciar tu vida sexual? Magdalena te ayuda

Lo primero es hacerlo solo porque realmente se desea, no porque lo quiera la pareja, porque los amigos ya lo han hecho o porque se llego a cierta edad.

  • Conocer el propio cuerpo mediante el autoerotismo es una buena manera de saber que uno quiere para comunicarse con un otro.
  • Darse el tiempo en un encuentro sexual, en un lugar adecuado, tranquilo en que se sientan cómodos, sin apuros.
  • Es mejor estar con una persona de confianza con quien se pueda conversar sobre lo que uno quiere y se sabe que será respetado.
  • Para algunas personas es importante que sea en un vínculo de parea y que exista amor, mientras que para otras no. En ese sentido hay que ser sincero consigo mismo y acorde a los propios valores.
  • En el caso de las mujeres, si es que no lo han hecho antes, mirar su vulva con un espejo para conocerla.
  • Ir a una consejría con médico y/o matrona previamente para tener las medidas adecuadas de prevención de VIH y otras ITS y de anticoncepción, de ser necesario.
  • Saber que tanto uno como la pareja pueden parar la actividad sexual en cualquier momento y están en todo su derecho de hacerlo.
  • No buscar “hacerlo bien” sino que darse la oportunidad de disfrutar y descubrir el propio cuerpo y el de la pareja.

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