Porque no hay primera sin segunda uyuyyuuuyyyyyyy.
Como equipo Pousta descubrimos que Rancagua genera cierta apatía en las personas. No sabemos a ciencia cierta por qué, aunque tenemos la teoría de que a las personas les gusta reírse frente a lo ridículo que representa esta pequeña ciudad de Chile cuyo castigo es estar demasiado cerca de Santiago (situación que provoca una eventual e inevitable absorción de la capital hacia la provincia).
Te habíamos contado sobre las cosas que Rancagua le ha entregado a Chile -incluyendo a Paloma Mami, el peor presidente de Chile y las mejores papas fritas del territorio nacional- pero tras leer los comentarios, sentimos que una segunda parte es completamente necesaria para otorgar el reconocimiento que la sexta región se merece. Puede leer la primera parte acá.
Tampoco crean que se trata de una exclusividad para la capital de la sexta región, porque abriremos un sección que incluirá lo mejor de la cultura pop que cada ciudad de Chile ha otorgado a sus habitantes, pero ahora, vamos con todo lo que nos faltó incluir dentro del catálogo rancagüino.
El manjarsh
Todos tenemos ese amigo insoportable que cada vez que come o toma algo dice guturalmente: “ahhhhh un manjarshhh…” esto se lo debemos básicamente a Víctor Hugo Zúñiga, que protagonizó uno de los videos más compartidos en la historia de la memelogía chilena y que nos recuerda bastante al chuña. Zúñiga se encontraba bebiendo “jote” -coca cola con vino tinto- en su trabajo cuando fue captado por un compañero. De ese punto hasta ahora, le cambió la vida: escribió un reguetón y se compró un auto con lo recaudado en los eventos cuya participación incluyó técnicamente todas las regiones del país. Ahora sigue siendo un personaje icónico de Coltauco, su lugar de nacimiento y que queda a 10 minutos de Rancagua.
Jhendelyn Nuñez
Tal cual. La modelo es de Rancagua y lo ha dicho en reiteradas oportunidades. Sin embargo y como es común, debió emigrar hasta Santiago para ser parte de la industria televisiva que la acogió con los brazos abiertos gracias a la naturalidad y el desplante que presenta. Es injusto no ver a Jhendelyn tan seguido, porque tiene todas las capacidades para convertirse en una gran animadora y se merece la oportunidad de poder demostrarlo. Respecto a su nombre, señaló en una entrevista de forma enfática:
“La verdad es que mi mamá que tiene un nombre común, se llama Jimena, decidió inventar un nombre para salir de lo normal. Por eso me puso Jhendelyn, que es único. Así que tienes que escribirlo bien, es con J y H al principio y con Y al final.” afirmó.
https://www.instagram.com/p/Bryn4mZg50_/
El Latino
Esta es una situación extraña pero doy fe que es cierto porque lo he presenciado no una, sino cientos de veces. Por alguna razón, gran parte de los rancagüinos saben una coreografía específica que bailan al son de la canción “Latino” del grupo Proyecto 1. Es como si de la nada se armase un musical, potenciando el rumor de que Rancagua en realidad no existe y los habitantes de la ciudad son actores contratados. El rumor dice que varias profesoras de educación física se juntaban a bailar y fueron desperdigando la coreografía en diferentes colegios, pasando el conocimiento de generación en generación. La gente de otras ciudades ve con escepticismo la situación cuando se enfrentan a ella, pero a los rancagüinos les produce orgullo y cierto sentido de unidad.
Ayer nos preguntamos en #EsDeRotoRadio por qué toda la gente de Rancagua se sabe una coreografía con la canción "latinos" de Proyecto Uno y la hacen en todos los carretes posibles. Nadie supo explicar por qué. Además ellos creen que todo Chile se la sabe… ¿alguien sabe por qué?
— EsDeRoto (@Es_De_Roto) March 7, 2018
Acá el video con una pequeña demostración:
La estafa de los Quesitos
A principios del año 2005, llegó hasta el pueblo de Coltauco ubicado en Rancagua una francesa llamada “Madame Gil”. Ella prometía un negocio millonario a través de la venta de unos “quesitos” usados en productos cosméticos para blanquear la piel. Cada sobre costaba unos 250 mil pesos y todo terminó siendo una estafa piramidal que terminó con 6 mil personas estafadas, muchas de las cuales invirtieron todos sus ahorros en comprar estos sobres que no servían para nada. Madame Gil se escapó a Francia y ninguna de las víctimas resultó indemnizada.
Juan Pablo Queraltó
El periodista de farándula y espectáculos es rancagüino, aunque muy reticente a hablar de ello por razones que desconocemos. Lo cierto es que nació y vivió en la capital de la sexta región hasta que llegó a Santiago para cursar sus estudios de periodismo. Hoy en día se le puede ver más seguido por Miami que por su ciudad natal, y es un personaje muy reconocido por ser adicto al canje.
https://www.instagram.com/p/BaU1OxYhrb7/
El “Mini Sheraton”
Este es el secreto peor guardado de la ciudad porque todos los programas de gastronomía lo han visitado en incansables programas de fin de semana. Este lugar se caracteriza por tener porciones que comerían los Picapiedras, con platos gigantescos siempre al punto que se han transformado en una tradición viajera. Si Talca tiene a las “Viejas Cochinas”, Rancagua tiene este lugar creado por los dioses amantes del patache y la buena mesa. Fue tanta su popularidad, que debió cambiar su nombre a “Mini Restaurant” por problemas con la marca Sheraton.
(Se rumorea que el lugar era uno de los preferidos de Pinochet, junto con esa mierda nazi ubicada en Providencia, llamada Lily Marlen.)
Bonus Track: Franco “El Gorila”
Luis Francisco Cortés Torres alias Franco el Gorila reside en Chile desde el año 2016 y se especula que vive en Rancagua, o por lo menos es en esta ciudad donde se le puede ver en cada festival, evento, o fiesta que organice la Municipalidad o entes privados responsables de la vida nocturna de la ciudad que se sabe “El Latino”. Si bien es puertorriqueño, Franco el Gorila tiene un vínculo tremendo con Chile y ha viajado por todas las regiones (aunque insisto, se le puede ver más seguido por Rancagua que por cualquier otras zonas siendo algo difícil de explicar).
Su última colaboración fue con Luis Jara y María José Quintanilla en “La Última Tentación”.