Esto sí que escaló rápido. Te damos una salida DIY a la crisis de la palta: cultiva tu propio palto.

palta

Cuando recuerdo la millonaria deuda que debo costear por mi educación, cierro los ojos y respiro hondo mientras enumero mentalmente las cosas buenas de vivir en Chile. La palta, sin lugar a dudas, es una de las primeras cosas que aparecen instintivamente en mi memoria sin realizar mayor esfuerzo.

Me causa gracia ver los memes que circulan por Buzzfeed donde molestan a las nuevas generaciones por gastar su dinero en tostadas con palta en lugar de ahorrar para una vivienda. Y es que nuestra querida fruta/verdura es considerada un alimento carísimo y exclusivo en lugares del mundo donde las condiciones climáticas no son aptas para su cultivo.

Lo que es apreciado como hípster en países desarrollados, para nuestro país es un elemento gastronómico democrático que se come de forma transversal en nuestra sociedad: en los completos, en sushi, con marraqueta al desayuno y hasta como un agregado a las sopaipillas.

Junto a esto ocurrió que varios estudios empezaron a demostrar que la palta era un súper alimento por sus increíbles propiedades nutricionales.

El boom del también llamado aguacate se debe justamente a ese momento en que los científicos comenzaron a hablar sobre las características nutricionales de un elemento básico de nuestra cocina. Sin saberlo, en Chile consumíamos grasas saludables que prolongan la vida en unos 10 años además de proporcionar todas la vitaminas y minerales que nuestro cuerpo necesita.

Lo mismo sucede con otro tipo de alimentos ahora considerados milagrosos tan solo por ser técnicamente desconocidos en occidente: la chía, quínoa, arroz de jazmín y frutas varias tal como en su momento fue el kiwi.

La palta, promocionada como el mejor acompañamiento y ahora ingrediente sumamente requerido para la temporada del Super Bowl, tiene según la comunidad científica más potasio que los plátanos, 27% de la fibra que necesitamos al día además de mejorar la artritis.    

Estas propiedades wellness hicieron aumentar la oferta, y con la noticia de un kilo de palta sobrepasando los 4 mil pesos, los días de abundancia paltífera terminaron, pero para nosotros.

“La palta, desgraciadamente es un producto de alto precio” dijo de forma apocalíptica el ministro de Agricultura, Antonio Walker.

Las razones se deben principalmente a la escases de agua que enfrenta nuevamente nuestro país pese a que la sequía más grave que afectó a Chile desde el 2007 se había dado por terminada. Las autoridades incluso agregaron que el déficit de agua no afectaría a Santiago luego de que los recursos hídricos de la ciudad estaban completos por primera vez después de muchos años.

¿Qué está pasando con la palta entonces?

En primer lugar, el fruto se cosecha en una pequeña extensión de nuestro país que abarca desde la cuarta hasta la sexta región (zonas de clima mediterráneo aptas para su desarrollo). El 67% de las exportaciones de palta se obtienen de lugares específicos de la región de Valparaíso, actualmente en crisis por la situación hídrica que mencionamos.

El panorama era diferente el año pasado, pero los empresarios y agricultores no tomaron medidas preventivas ante la bonanza que provocaron las exportaciones a China.

El año pasado, nuestro país exportó 13 mil toneladas de palta al país asiático superando a México como principal proveedor, y se espera -o esperaba- que la cifra para este año fuese de 18 mil toneladas.

Sin embargo, los tiempos de grito y plata no hicieron ver las diferentes advertencias respecto a un tópico que viene siendo tocado desde hace décadas afectando nuestra agricultura y de paso, nuestra dieta.

El calentamiento global deja ver sus primeros indicios en la economía basada en las exportaciones y habla del poco respeto que tenemos con la agricultura local ante la sobreexplotación de sus productos. La palta es una fruta que se cultiva bajo condiciones climáticas específicas y durante contados meses al año, y si bien su irrupción en otros mercados emergentes proporciona ingresos para los responsables de su distribución y producción, no se toma en cuenta las delicadas condiciones que necesita su cultivo.

En México viven una situación similar, donde el hambre americana por aguacate convirtió a la fruta en oro verde sin medir las consecuencias de su producción. Se han reportado por ejemplo, talas indiscriminadas de árboles nativos en la montañas de Michoacán para plantar paltos que sacien la demanda de personas que necesitan urgente de este alimento para sus brunchs en Brooklyn.

Y si bien México es el principal productor a nivel mundial de aguacate/palta, esto no ha beneficiado su consumo interno, donde el kilo llegó a costar 90 pesos frente al sueldo mínimo, que es de 80.

La pasión por palta también afectó la ecología en Chile según comunicó The Guardian en un artículo que repercutió con fuerza en nuestro país.

“En Petorca, muchas plantaciones de paltas instalan tuberías y pozos ilegales para desviar el agua de los ríos y regar sus cultivos. Como resultado, los lugareños dicen que los ríos se han secado y que los niveles de aguas subterráneas han disminuido, causando una sequía regional”, señala el informe.

Para producir un kilo de palta, se necesitan dos mil litros de agua, cantidad cuatro veces mayor que la que se necesita para producir un kilo de naranjas y 10 veces más de la requerida para producir un kilo de tomates.

La situación es tan delicada, que incluso el alcalde de Petorca sostuvo que “es inmoral hacerse rico a costa de las comunidades”, pero mientras el hambre de palta en el primer mundo continúe, probablemente nuestro mercado interno y la ecología de nuestro país, siga viendo las consecuencias. Por el momento, ya son varios los países importadores de palta chilena que están “evaluando” dejar de comprarla por los nefastos efectos medio ambientales y sociales que su producción está provocando.

Mira el documental que la DW realizó respecto a este delicado y triste tema

https://www.youtube.com/watch?v=lWqUSGJg1eU

Lo que pasa en Petorca específicamente, es el desvío ilegal del río del mismo nombre para privilegiar el uso del agua con fines agrícolas. Esto tiene a la comunidad indignada por el mal uso de los recursos hídricos cuando tan solo el año pasado se pidió conciencia por la grave situación vivida en Ciudad del Cabo.

Además, habla de cómo en Chile -un país que intenta cultivar la imagen de nación ecológica en el resto del mundo- trata de forma hipócrita su agricultura y recursos naturales para privilegiar las ganancias que puede obtener de la explotación de sus productos (no olvidemos la situación de los salmones en Chiloé)

La solución: cultiva tu propio árbol de palto

Es posible, además le das una cachetada a los empresarios y grandes tiendas inescrupulosas. Tan solo necesitas bastante paciencia y algo de motricidad fina.

Acá vamos:

  • Retira y limpia el cuesco de la palta
  • Llena un vaso de agua, pero no lo suficientemente hondo
  • Clava 4 mondadientes -cuidadosamente- alrededor del cuesco
  • Esperar de 3 a 4 semanas para que salga la raíz
  • Después, prepara una maceta
  • Riégala, dale mucho amor y lucha contra el capitalismo regalando paltas a tus seres queridos convirtiéndote en la envidia de la cuadra.