Adiós Mitch Buchannon.
Dos jóvenes de 15 y 17 años se refrescaban en el mar de Nueva de Gales del Sur, en Australia. De pronto las cosas giraron hacia la tragedia. Casi. Porque la mar se agitó de improviso, las olas se elevaron a los tres metros de altura y la corriente los pescó hacia adentro.
Lo normal en estos casos, o quizá lo que empiece a asomar como una imagen del pasado, es que un salvavidas corra a lo Baywatch mar adentro para sacarlos. O tal vez un helicóptero cuyo costo luego del rescate te hace cuestionarte si no era mejor idea ahogarse. Pero desde el 2018 en adelante, la imagen que se repita podría ser la siguiente.
Un dron ayudó a sacar a los muchachos del agua. Se trata de un drone de la compañía Little Ripper Life Saver que está probando su nueva linea de drones salvavidas. El socorrista manejó el robot volador hasta donde estaban los jóvenes en problemas y les lanzó un flotador que finalmente les salvó la vida. ¿La gran gracia de esto? En total, el rescate de los muchachos tomó 70 segundos, un poco más de un minuto versus los seis que le toma a un socorrista llegar al rescate de personas ahogándose. Parece ser el argumento definitivo para que los balnearios del mundo empiecen a considerar invertir en estos drones tipo Baywatch.
El rescate de los muchachos tomó 70 segundos, un poco más de un minuto versus los seis que le toma a un socorrista llegar al rescate de personas ahogándose.
El hecho ha sido calificado como “la primera vez en la historia que un drone realiza el salvataje de personas en peligro de ahogarse”. Los drones salvavidas además de flotadores, también están equipados con equipos de primeros auxilios e incluso mantas térmicas y también repelentes de tiburones. De hecho el primer “trabajo” de estos aviones no tripulados es detectar la presencia de estos últimos y así poder realizar evacuaciones en las costas australianas.
Fuente: Hipertextual