El debut de la directora Housa Benyamina, ganó un importante premio en Cannes y está disponible para ti a través de Netflix. Altamente recomendada.
“But it is obvious that the values of women differ very often from the values which have been made by the other sex; naturally, this is so. Yet it is the masculine values that prevail”
(Es obvio el que los valores de las mujeres difieren con frecuencia de los valores creados por el otro sexo y sin embargo son los valores masculinos los que predominan)
Virginia Woolf, A Room of One’s Own
El sueño de la vida criminal, en las artes, siempre fue masculino. Mark Twain creó su Oliver Twist, una radiografía de la explotación infantil en los primeros años de la época victoriana; James Dean inmortalizó su figura póstumamente por su retrato de un joven enojado con la autoridad, y el hip-hop ha inmortalizado la figura de la juventud rodeada de crimen y la vida que se logra después de salir de eso.
Lo femenino en el cine mainstream ha estado supeditado al hombre que le maneja la vida y aprieta el gatillo en el clímax de la película. Las mujeres asociadas a la vida criminal eran retratadas como angelicales y contradictorias, como Holy Golightly en “Breakfast at Tiffanys” o como asesinas hipersexualizadas en “Faster, Pussycat! Kill! Kill!”. Es raro pensar que un debut directoral (aunque ya no estamos en los 60) subvertiría el género hasta hacernos olvidar por un par de horas que las mujeres no estábamos destinadas a un destino delictual.
“Divines”, dirigida por Houda Benyamina, es la historia de Dounia (Oulaya Amamra) y Maimouna (Déborah Lukumuena), dos adolescentes musulmanas viviendo en un barrio pobre de París. Ambas amigas y compañeras de escuela, transitan por una adolescencia lejos de la supervisión adulta, en un mundo dónde ellas parecen tener las cosas más claras que sus referentes.
“Money, money, money” es un cantito gracioso entre ellas, pero es una verdad que llevará a Dounia a relacionarse con la traficante más poderosa del barrio, Rebecca (Jisca Kalvanda), y comenzará a trabajar para ella. Rebecca le promete una vida futura lejos del barrio en las que viven, con sueños en la Tailandia de la prostitución y las drogas.
Pero las niñas aún no saben reconocer al peligro cuando lo ven y deben entrenarse para reconocerlo, al mismo tiempo en que llega el dinero a sus vidas y el ideal de salir la pobreza se vuelve más real. Es también el momento en que cruzan hacia la primera adultez, esa que te hace consciente que todo acto tiene consecuencias, y algunas pueden ser fatales.
La película también convierte a las figuras masculinas en objetos para recrear la vista: está el lindo bailarín del que se enamora Dounia, los hombres de turno de Rebecca y el guardaespaldas de la traficante. También los muestra como amenazas hacia la frágil femineidad, con el jefe abusivo, la pareja que abandona y el dealer paranoico.
Oda al feminismo o no, da igual; “Divines” es un film que le da un nuevo significado al poder de la amistad femenina, la falta de oportunidades y el poder de los ideales, aunque estos sean muchas veces peligrosos. Ganadora del premio Caméra d’Or, que galardona a las óperas prima de nuevos directores, en el Festival de Cannes 2016, está disponible desde el 18 de noviembre a través de Netlflix, y es una película que no deberías dejar pasar.