El puertorriqueño abrió la noche inaugural de la versión 61 del Festival de Viña del Mar.
En su sexta presentación en este evento, el artista repasó desde los temas románticos de sus inicios a sus nuevos éxitos reggetoneros.
Revisa los momentos clave de su presentación:
El audio:
No sabemos si por la censura que se intentó hacer hacia el público o porque el sonidista estaba de mala, pero el show sonó pésimo. El volumen variaba entre lo inaudible y lo discotequero, en la transmisión de Fox el sonido se cortaba a cada rato, además que el cantante tuvo problemas con sus propios registros vocales.
El beso:
Para la primera Gaviota los animadores se acercaron y le pidieron un beso al artista. Como se las quisieron dar de progres insistieron en que al mismo tiempo le darían un beso en cada mejilla . Cuando estaban por besarlo Ricky Martin corre la cara y le roba un piquito a Martín Cárcamo e intenta hacerlo con María Luisa Godoy. Los memes, por supuesto, no tardaron en aparecer.
Independiente del gesto, medio tribunero, hacia la comunidad LGBTIQ+, hay que hacer el alcance de lo poco elegante que es que los animadores le pidan besos al artista que está actuando.
De oro:
Como era de esperar, Ricky Martin obtuvo Gaviota de plata y de oro. Un premio que a esta altura, parece obligación para cada artista que le va medianamente bien.
Nunca callados:
Al entregar la última Gaviota, los animadores incentivaron al puertorriqueño a darle un mensaje a nuestro país “nunca callados, exijan lo que ustedes merecen” fue el termino de su mensaje.
La ropa:
Ha usado más ropa que yo en toda la semana decía un twittero. Y bueno, casi. Porque se cambió 6 veces de atuendo pasando desde un traje de gala hasta andar sin zapatos en el escenario.