Roberto Campos hace clases clases a estudiantes en el campus San Joaquín desde hace ya casi una década, aunque su título es de Estadístico y licenciado en Matemáticas.
Roberto pasó del total anonimato a ser una de las personas más buscadas de Chile y luego detenido tras ser grabado aforrándole unas patadas y unos golpes con una placa a un torniquete del metro el día 17 de octubre, cuando las primeras chispas del estallido social empezaron a saltar.
Tras pasar 56 días detenido en la Cárcel de Alta Seguridad, viviendo momentos que describió rotundamente como “espantosos”, el profesor dio una entrevista a Chilevisión en donde se mostró arrepentido de sus acciones, pero también las explicó.
Hoy día el docente se encuentra con las medidas cautelares de arresto domiciliario nocturno, prohibición de ingresar a estaciones del Metro de Santiago, arraigo nacional y firma semanal, a la espera de un juicio donde deberá enfrentar la Ley de Seguridad del Estado con penas que lo podrían dejar varios años preso.
“Cuando me veo en esas imágenes, me saco de onda, porque me desconozco”, asegura. “Yo habia ido a trabajar y hubo una convocatoria en facebook, fui porque tenia que ir a tomar el metro y vi que había gente protestando. Una persona tomó un corta fila empezó a destruir los validadores, varias otras hicieron lo mismo. Yo fui la ultima persona, tomé una placa y le pegué al torniquete, que ya estaba roto, si ven bien el video, la placa se destruye porque era débil. No me atreví a tomar una corta fila, tampoco lo hubiese hecho. Fui la persona que menos daño hizo y la única que está pagando las consecuencias”, asegura no sin un dejo de nerviosismo Campos.
Respecto a su repentina “fama”, el docente entró en un incómodo diálogo con la periodista Marta Escalona cuando dijo que “me transformé en un símbolo del movimiento, junto a Gustavo Gatica y otros más”.
Es entonces que la reportera le pregunta si está seguro que la comparación es correcta, considerando que Gatica fue cegado por perdigones de la policía mientras tomaba fotos en una protesta. Ahí Campos se retracta.
A la pregunta de “¿Por qué lo hiciste”, contestó:
“Sentía rabia por las injusticias sociales, porque ser profesor no es fácil, no tengo cubiertos mis derechos sociales básicos, está el tema de la deuda histórica con los profesores, el hecho de que cuando jubile voy a ganar el sueldo mínimo, todas las injusticias me obnubilaron y le pegué al torniquete. No lo pensé, actué irracionalmente”.
“Todos hemos sufrido las injusticias de lo que significa ser chileno. esto era un globo que iba a reventar”, agregó. Para cerrar expresó: “No debí haber hecho eso nunca pero me dejé llevar por la efervescencia, le pudo pasar a cualquiera”.
Mira la entrevista completa acá.