¿Qué lleva al psiquiatra Rodrigo Paz a ser el opositor más grande a la legalización?

En un contexto en el que se debate cada vez más sobre la legalización de la marihuana, conversamos con el profesional reconocido por su postura radicalmente en contra, aunque cree en la despenalización.Él trabajó ocho meses en el Sename y tres años como Jefe de Hospitalización de Psiquiatría Infantil en el Hospital Calvo Mackenna.

En esta entrevista Paz se muestra menos tajante y abierto a la idea de la descriminilización de la yerba, aunque está completamente en contra de legalizar el auto-cultivo. Se refiere a la marihuana como un tóxico, lo que sabemos que te hará enojar, pero es importante conocer diferentes opiniones. Su idea central es la siguiente: el consumo de drogas en sectores vulnerables es una realidad muy diferente al que se da en sectores más bien acomodados.

¿Qué beneficios que podría traer la legalización de la marihuana, que es la que es más cercana a la realidad de Chile?

“Me cuesta ver el beneficio. Una cosa es que se despenalice y no se trate a los consumidores de marihuana como delincuentes, que es lo que ocurre hoy día. No creo que haya nadie en este país con dos dedos de frente que se oponga a despenalizar la marihuana. Los consumidores de marihuana como cualquier otra persona que consume una droga de manera ocasional o abusiva, no puede ni debe ser tratado como delincuente.

La verdad es que la experiencia internacional es que los narcotraficantes de marihuana siguen traficando porque han creado cepas de marihuana cada vez más poderosas, lo que hace que ese tráfico siga exactamente igual.

Despenalizar el consumo de marihuana es una buena noticia. El problema es cuando se quiere ir más allá y legalizar el auto cultivo. Cada chileno podría tener hasta siete plantas de marihuana, supuestamente para consumo personal, y a eso es difícil verle un beneficio. Dicen que permitiría terminar con el narcotráfico de marihuana. La verdad es que la experiencia internacional es que los narcotraficantes de marihuana siguen traficando porque han creado cepas de marihuana cada vez más poderosas, lo que hace que ese tráfico siga exactamente igual. No creo que haya ningún cartel de Chile o del mundo que vaya a dejar de traficar porque se apruebe el auto cultivo. Por eso no me parece muy razonable.

Por otro lado, la evidencia de otros países demuestra que en los que se legalizado el consumo para uso recreacional ha hecho que aumente el consumo de marihuana en niños y adolescentes, aumentado también la intoxicación por marihuana en niños menores de 12 años, las detenciones de conductores manejando bajo la influencia de la marihuana y han aumentando los accidentes también”.

¿Cuando se refiere a intoxicación por marihuana, qué quiere decir?

“La marihuana es un tóxico. Si usted se fuma un pito de marihuana va a tener una serie de efectos tóxicos. Van a disminuir sus respuestas a los estímulos del ambiente, aparecerá la torpeza motora y los síntomas de angustia, ideas paranoides. También podría ser una intoxicación “happy” en la que usted se ponga más divertida y en un estado de lasitud pacífica, pero que si o sí la inhabilitaría de responder a situaciones de emergencia, de manera que es un estado de intoxicación. Las consultas por intoxicación por marihuana han aumentado en los servicios de urgencia llenándose de gente con crisis de pánico, ideación suicida y cuadros sicóticos, porque sabemos que en niños y adolescentes la marihuana puede gatillar eso si son personas genéticamente vulnerables.

Las consultas por intoxicación por marihuana han aumentado en los servicios de urgencia llenándose de gente con crisis de pánico, ideación suicida y cuadros sicóticos, porque sabemos que en niños y adolescentes la marihuana puede gatillar eso si son personas genéticamente vulnerables.

Hoy día sabemos que de cien personas que se hacen adictos a la marihuana, el 30% de ellos tienen trastornos de la personalidad con rasgos antisociales, trastornos del ánimo, ansiosos o cuadros bipolares. También hay un grupo de adultos y jóvenes que se pueden hacer adictos a la marihuana sin tener otra patología además de su adicción”.

¿Cuáles son los aspectos negativos de la legalización de la marihuana y otras drogas?

“Los datos de Colorado y otros estados americanos dicen que en todos los lugares que se ha implementado esto, ha aumentado el consumo de marihuana en escolares (Nota de la redacción: acá hay datos que dicen lo contrario). En Chile hace tres años atrás teníamos una taza de consumo regular de marihuana en escolares del 15%, que era más o menos parecido a lo que se da en otros países. Desde que se empezó la campaña por la legalización del auto cultivo, donde aparecieron figuras públicas como políticos, actores, artistas, gente de la televisión, etc. diciendo que estaban de acuerdo porque ellos consumían y nunca habían tenido ningún problema, se duplicó el consumo de marihuana en escolares chilenos.

Hoy día tenemos que uno de cada tres escolares chilenos consumen marihuana de manera regular. Eso es muy grave porque a diferencia de los adultos, en niños y adolescentes la marihuana tiene una serie de efectos que ocurren solo en ese periodo de la vida. La marihuana se une a un receptor que se llama CB1 que esta ubicado en células del cerebro que son clave en la maduración del cerebro durante la adolescencia. Hay un investigador de la Universidad de Chicago que demostró que cuando se sobre estimulan con marihuana en la adolescencia esos receptores quedan funcionando mal y esas personas quedan con un daño permanente. Que tengamos esa cifra es una muy mala noticia, de hecho somos top 1 del mundo en consumo de marihuana en niños y adolescentes. No hay nadie en el mundo que exhiba las tazas de consumo de marihuana que tenemos hoy día en Chile”.

“Esta idea de que la marihuana es una droga blanda y buena onda, es válida para adultos, niños y jóvenes que se crían en ambientes protegidos”

¿Las adicciones se generan según el contexto en el que se encuentre la persona que consume?

“Así es. La vulnerabilidad a hacerse adicto a la marihuana es mucho mayor en niños y jóvenes de sexo masculino que viven en guetos, donde hay más estrés, delincuencia, violencia y vulnerabilidad social. Esa vulnerabilidad está determinada por los niveles de testosterona en la sangre. Esta no solo tiene que ver con la regulación de la sexualidad, sino que también con la agresividad y la tendencia a hacerse adicto. Las tazas de adicciones en ambientes vulnerables son mucho mayores que en la población general. El problema de esos rasgos de la biología temperamental hacen que aquellos niños tengan más riesgo de ser violentos y adictos. Por eso uno encuentra en la pobla más alcoholismo, más adictos a la marihuana y más violencia intrafamiliar.

Yo planteo que, que un chiquillo de 16 años de La Dehesa o Las Condes se fume un pito, no es lo mismo al que se fuma un pito en Alto Hospicio o La Pincoya. Son niños distintos, con entornos distintos y vulnerabilidades diferentes. Hay menos presencia de los padres y menos protección, por lo que esta epidemia de consumo de marihuana va a pegar más duro en los sectores populares.
Vamos a tener más trastornos del ánimo, más cuadros sicóticos, más síndrome de descontrol de impulso y más violencia. De hecho hay estudios que demuestran que en los guetos de EE.UU los chiquilllos adictos a la marihuana son los más propensos a caer presos por usar armas de fuego. Aquellos que se tratan les disminuye ese riesgo.

Esta idea de que la marihuana es una droga blanda y buena onda, es válida para adultos, niños y jóvenes que se crían en ambientes protegidos. Ahí el riesgo es menor. No es inocuo pero es menor. En los sectores populares la marihuana hace mucho daño”.

¿Cómo sería el escenario de chile en unos años más con la legalización de las drogas?

La gente no elige hacerse adicto. Hay ciertos grupos socioeconómicos que por biología y sicología no eligen, sino que tienen ciertas condiciones que entrando en contacto con una sustancia adictiva aumentan exponencialmente en eso.

¿Por qué no legalizar las drogas y que cada uno elija?

“Eso funcionaría en el mundo ideal en el que todos fuéramos libres. El punto es que los niños y jóvenes por su edad no son libres, e incluso hay un porcentaje de la población adulta que por poseer vulnerabilidad sicológica y biológica tampoco lo son.

Lo que tenemos que elegir como sociedad es que si por alzar la bandera de una libertad absoluta donde todos elegimos, que es una bandera válida para los que podemos elegir, vamos a aceptar poner en peligro a aquellas personas que por distintas fragilidades no pueden elegir. El llamado sería a repensar ese discurso y decir: “De acuerdo, no podemos tratar a la gente que consuma ocasionalmente una droga como si fueran delincuentes, hay que despenalizar”. Pero si en nombre de esa libertad vamos a aumentar la oferta y disposición de esta sustancia a personas que son frágiles, a mi me parece que es un acto egoísta. Este daño además después se me puede devolver a mi. Cuando un chiquillo se hace adicto y maneja bajo el efecto de la marihuana y me atropella, o se ponen violentos y me asaltan porque no tienen cerebro para pensar, ahí entramos a pagar un precio demasiado alto por una libertad que tenemos igual. El que quiere consumir marihuana hoy día no tiene que ir a Vietnam a buscar la marihuana, por eso me parece una falsa discusión”.

Este artículo forma parte de Beyond #2 que puedes revisar completo acá
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