Son dos pequeños terrenos de 5 mil metros cuadrados cada uno.
A este Gobierno no le ha tocado nada fácil. Todo lo que hacen es cuestionado, y con justas razones. Esta vez es Rodrigo Ubilla, subsecretario del Interior, el que está en el centro del huracán.
Ubilla era uno de los que atribuía los incendios en La Araucanía a la causa mapuche y también fue acusado de entregar información falsa sobre el asesinato de Camilo Catrillanca a manos de Carabineros.
El subsecretario no sólo está siendo constantemente cuestionado por su labor institucional, sino que también por los vecinos de su casa de veraneo en medio de la comunidad mapuche Mariano Millahual, en Quetroleufu, a 13 kilómetros de Pucón.
Se trata de dos terrenos, de cinco mil metros cuadrados cada uno, que compró por 11 millones de pesos a Guadalupe Moris en 2009.
Estos terrenos se aportaron a Sociedad de Inversiones Quetroleufu Ltda., que conforma Ubilla junto a su familia, cinco años después de su trabajo en el primer gobierno de Piñera.
Estos inmuebles están registrados en la Corporación Nacional de Desarrollo Indígena (Conadi) desde el 2000; y tienen un título de merced desde 1908.
En el contrato de compraventa quedó estipulado que estas propiedades no requieren pagar contribuciones ya que son “pequeñas propiedades rústicas, de escaso o nulo valor agrícola”, sin embargo esto no significa que no se pueda “afectar o limitar el derecho de dominio o las facultades de uso, goce o disposición sobre la propiedad”, de acuerdo al Decreto Ley 3.516, que protege los inmuebles ubicados en zonas rurales.
En este contrato no queda estipulado, ni siquiera se menciona, que estas propiedades corresponden a tierras indígenas.
En la Ley Indígena (19.253), se establece que serán propietarios de estas tierras “personas naturales indígenas o a la comunidad indígena”, ya que estas tierras “por exigirlo el interés nacional, gozarán de la protección de esta Ley y no podrán ser enajenadas, embargadas, gravadas, ni adquiridas por prescripción, salvo entre comunidades o personas indígenas de una misma etnia”, consigna Interferencia.