Por suerte, hace un par de días, me recordaron sobre el Festival Internacional de Cine [Sanfic] que terminó el día de hoy en nuestra ciudad. Al borde de su término, alcancé a ver dos películas por solo mil pesos cada una: “Espiral” [2008], del director Jorge Pérez Solano, y “Salt of this sea” [2008], dirigida por Annemarie Jacir (cineasta y poeta palestina)
La primera película no me movió tanto el cúcu como para hablar mucho de ella, pero démosle.
Es una película ambientada en México, en una época extremadamente machista, donde los hombres tenían que ir a EEUU a buscar trabajo, y dejaban literalmente “tiradas” a sus mujeres. (embarazadas y sin dinero para cuidar a sus hijos). Algunos iban a conseguir dinero para poder formar una familia; otros, tan solo en la búsqueda de un nuevo destino. Tras perder a sus amados y/o/u odiados, las mujeres tenían que independizarse y hacer el trabajo que hacían los machos de la época. Algo que, personalmente, encuentro la raja, porque las mujeres y los hombres somos iguales y tenemos derecho a las mismas cosas. ¡Qué difícil hubiese sido vivir en esa época! Padres que vendían “la mano” de sus hijas, hombres ebrios por doquier, niños sin padre, hombres que eran rechazados por su amada por no tener dinero, entre otras cosas.
Según mi criterio, lo más notable de la película es la primera toma: una imagen genial de la crucifixión de Jesús con una mujer (Magdalena) tendida en la cruz. También me encantó cuando un pequeño niño, “Gorrioncito”, dibuja un espiral en la arena. Es así como comienza la historia, en el presente, donde las mujeres la llevan. Después, hacen un raconto de 18 años, y posteriormente una vuelta al presente. Bastante larga la cuestión, aun que con subtítulos en inglés por si no entiendes la jerga mexicana (en mi caso). Me aburrió tan solo un poquito, pero, de todas maneras, vale la pena verla. Si te gusta el cine, eres paciente, y si estás con la persona indicada, mejor aún.
PD: la música es pulenta, creo que bajaré el soundtrack.
En fin, la otra movie si que me dejo pasmada: “The salt of this sea”, rodada en Palestina. Es un film producido por la compañía de Mediapro (La Sexta), que también nos presentó “Vicky Cristina Barcelona,” de Woody Allen. (se está poniendo interesante la cosa…)
“Salt of this sea” o “Le sel de la mer” es un espectáculo de drama y romance. La historia gira en torno de Soraya, una mujer refugiada en Brooklyn, New York, que viaja por primera vez a Palestina, con el objetivo de recoger una mediana suma de dinero que le dejó su abuelo en un banco en Jaffa, Israel. El banco se rehúsa a entregarle su dinero perteneciente, ya que la cuenta está congelada desde 1948, cuando su abuelo fue exiliado de Palestina.
Soraya(Suheir Hammad) es una mujer extremadamente idealista y firme a sus convicciones; bastante perseverante. No sé si alguna vez vieron “The L Word”, pero en cuanto a actitud y físicamente, me recuerda a la actriz principal de la serie, Jennifer Beals, más conocida como “Bette Porter”.
Las cosas le juegan en contra desde el primer momento en el cuál entra al país, ya que le preguntan demasiadas cosas por ser “gringa con ancestros palestinos”. No sé si es una sátira en cuanto a la seguridad de esos países, o si será verdad (opto por la segunda opción), pero las preguntas son burdas y desagradables. La directora hace un muy buen trabajo con las conversaciones entre los guardias de seguridad del aeropuerto y Soraya, logra que la situación se vuelva divertida e insólita.
Mientras transcurre la película, Soraya conoce a dos chicos, creando un lazo amoroso –tiernamente intenso- con uno de ellos. Después de luchar reiteradas veces por el dinero perteneciente a su abuelo y enfurecida con el sistema Palestino, la mujer decide asaltar (por no decir “robar”, ya que el dinero le pertenecía) el banco, con la ayuda de los chicos. Con armas sin balas, ambos la ayudan, y la acción es un éxito; nadie los pilla.
A la hora de escapar, Israel es el único lugar de refugio, un país al cuál es difícil de entrar, por el drama Palestino-Israelí; pero, los chicos se las arreglan. El dinero lo dividen en tres, pero, al parecer, ninguno de los chicos era muy materialista, solo querían justicia.
Cuando se camuflan para entrar a Israel, lo primero que hacen es bañarse en el mar, añorando los tiempos en los cuales sus antepasados lo hacían. “Tienes al mar delante y a tu enemigo detrás”, una destacable frase que dice Soraya, joven orgullosa de ser palestina, aludiendo al pueblo de Israel como enemigo. Creo que el nombre de la película está muy bueno, ya que “La sal de este mar” nos pica, y, ¿qué es que nos pica? El conflicto social, la injusticia, y la pobreza.
La película es hablada mitad inglés mitad árabe y los planos logrados con las cámaras son increíbles. Te hacen sentir lo mismo que sienten los personajes: ira, angustia, conmoción, adrenalina; un amor frustrado…
El film nos refleja más bien el lado existencialista de residentes de clase media y en Palestina. Una búsqueda permanente por una identidad en el presente a través de recuerdos del pasado,el cual no pueden soltar, mezclado con la soledad a lo que esto conlleva, y sumado al romance y a la química se va formando entre los personajes.
En conclusión, “Hay que mantener la cabeza en alto”, como repite varias veces el amante de Soraya. Al final, ambos son arrestados en Israel, por simplemente no tener pasaporte, y nunca más se vuelven a ver.
Lo curioso es la humildad de los amantes, nunca los pillan por el asalto y aún así el dinero del banco a apenas fue gastado. Es bastante interesante el hecho de que hayan creído tener los pies en la tierra, pero recién los comienzan a poner, por ejemplo, en el caso del amante de Soraya, tras ver la casa de su infancia destruida, y tras darse cuenta de que nunca podría salir de su país. Soraya también se da cuenta a que está destinada a vivir en NY, ya que su visa palestina había caducado hace 2 semanas. Lo importante es ver más allá de los muros existentes entre un país y otro: enfocarse en los lazos que se pueden crear entre los residentes.
¡Les dejo el trailer!