“La fiesta de las salchichas” es el mejor pito de tu vida, ese que te deja llorando de risa y profundamente reflexivo al mismo tiempo.

salchichas

Si eres un fan de la pandilla de Seth Rogen, Jonah Hill, Evan Goldberg, James Franco, Danny McBride y compañía probablemente ya la viste y te encantó. O quizá la tienes anotada en la lista de pendientes, y como buen volado, probablemente se te olvide. Pero para. Deja todo lo que estás haciendo ahora. Llena tu bong y aplica Pelispedia ahora mismo (abajo está el link, tranqui).

Porque mira, si George Carlin estuviera vivo seguro hubiese aplaudido hasta quedar con las palmas rojo sangre o probablemente hubiese participado de la película. Indiewire la calificó como “una película de Pixar bañada en ácido”. “Uno de los argumentos más divertidos en contra de la existencia de Dios que se ha hecho en mucho tiempo”, escribieron en The Hollywood Reporter.

La historia parte con una intro musical muy al estilo de “Padre de familia” pero mucho más grosera en la que los productos del supermercado, vivos y parlantes, cantan sobre su razón de existir. Creen, están seguros, que su vida se trata de esperar que un Dios (o sea un humano) los saque de la góndola y montados en el carrito del súper los lleve al “Paraíso” a.k.a. “Cielo” a.k.a. “Tierra Prometida”. Ellos juran que eso pasa cuando los sacan del supermercado.

No es ningún spoiler si te digo que eso no es lo que pasa. Además sale en el trailer. Pero bueno, acá es una salchicha caliente (muy caliente, que lleva toda su vida esperando poder unirse al amor de su vida, una sensual pan de completo, sin saber que eso marcaría un final bien gore para ambos) la que se da cuenta de lo que pasa realmente cuando los productos salen de su mundo, el súper. Su aventura, su camino del héroe será advertirle al resto. Y que le crean. Que es lo más difícil.

Porque muchos, aún enfrentados a la evidencia de que su existencia es fútil y en muchos casos tiene incluso una fecha de vencimiento impresa, prefieren seguir creyendo en el cuento del paraíso y la vida eterna que los productos no perecibles les vendieron. Y claro, está bien, hace harto más llevadera la existencia. Pero puesto de forma objetiva, suena como un cuento para niños que ningún adulto sin una buena dosis de esquizofrenia podría creer sin otro poco de sarcasmo metido en la mezcla.

Incluso cuando aparece el “El ser más inteligente con vida”, que es un chicle masticado en silla de ruedas en obvia alusión a Stephen Hawking a cantárselas clarita, no se convencen. No quieren. ¿Alguna similitud con la realidad?

Es una aventura salvaje, editorialmente muy stoner, con chistes que pisan a fondo el acelerador de la obscenidad, pero que al mismo tiempo explica con ternura y gentileza, literalmente con peras y manzanas, la tontera de los prejuicios raciales y sexuales riéndose de los estereotipos y las supuesta-mente infranqueables diferencias, y lo desesperante-mente absurdo y deprimente de la existencia (si Schopenhauer hubiese fumado yerba y estuviera vivo, apuesto la vida que le pone un 10 en IMDB).

En resumidas cuentas “La fiesta de las salchichas” te hace cariño y te dice cosas lindas y chistosas antes de metértela hasta el fondo y de una. La idea, la filosofía atea, en la mente. Qué pensabas.

Todavía está en el cine. Recomiendo eso. Si no, el link a Pelispedia acá