Esta mañana un avión ucraniano se estrelló 30 kilómetros al sur de Teherán (capital de Irán). Los 176 pasajeros a bordo del Boeing murieron instantáneamente y las nacionalidades de los fallecidos son principalmente iraníes y canadienses.
Respecto a las causas del accidente todavía no hay nada claro. Primero el gobierno de Ucrania descartó intervención de terceros, refiriéndose a misiles, pero luego retiró ese comunicado y dijo que era demasiado pronto para descartar cualquier cosa y que iban a investigar más a fondo.
Desde Irán dijeron que no entregarían la caja negra del avión a los fabricantes de la aeronave, que son estadounidenses.
A este hecho se suma un sismo de mediana intensidad que coincidentemente ocurrió a solo horas de diferencia a 50 kilómetros de na planta nuclear iraní y que dejó 7 personas lesionadas.
Esto último ha sido interpretada por los conspiranoicos del mundo como obra del llamado proyecto HAARP, un concepto que surge cada vez que hay conflictos entre Estados Unidos y otro país. Pasa que extrañamente siempre los países metidos en algún rollo con USA sufren algún evento climatológico extraño.
El proyecto HAARP se trata supuesta-mente de un arma de radiofrecuencia capaz de cambiar el clima, causar temblores, crear tormentas, huracanes y más. Según el Gobierno de EEUU es solo un centro de monitoreo e investigación climatológica, pero la coincidencia se repite cada vez y despierta sospechas cada vez más preocupantes.
Todo esto ocurre la mañana después de que Irán haya respondido al asesinato del general iraní Qasem Soleimani por parte de las tropas de Trump con una serie de lanzamientos de cohetes (22) a dos bases militares de Estados Unidos en Irak, que no tuvieron vidas humanas como consecuencia porque el ataque fue avisado con antelación.
Sin duda alguna la trama se está poniendo más complicada y bélica.