Dentro de la ciudad de Austin, Texas, durante los años 90, los habitantes conformistas consumen información conspiratoria y gastan todas sus energías en ser apáticos. Si bien no se adaptan al mundo, deciden crear el suyo propio, una realidad paralela en Austin, Texas.
Y no es casual que sea Austin el marco de esta película pues es, en sí misma, una ciudad Slacker (floja).
Personajes reales, cotidianos, gente freak, músicos, tipos perdidos, gente que no hace nada, ladrones, etc. Toda esa fauna noventera que Richard Linklater grabó en un día cualquiera de la ciudad, creando así su ópera prima, se encuentra online en Youtube para que lo veas.
Lo más llamativo de la película es que la historia de un personaje termina cuando se topa con otro y continúa con el día a día de este otro y luego de otro y de otro.
“Puede que la realidad que crees única no sea más que una de las miles existentes. Puede que tú habites solo en una de tus realidades”
Los slackers de Linklater son como los hippies de los sesenta pero sin el pensamiento político. Aunque en sus discursos la crítica al sistema capitalista es constante, no hay ni rastro de intención alguna por levantarse del sofá y cambiar las cosas. Al contrario, los tiempos muertos y los días perdidos son el ecosistema de estos jóvenes.