En este comienzo del 2014 cambié la mamonería familiar por un lugar que, según dicen, es el mejor de Chile para pasar el año nuevo: Valparaíso.
La previa partió en los alrededores del muelle Barón, donde todas las familias se aseguraban para agarrar el mejor spot con completazos, papas fritas, champaña, cerveza, vino en caja, confeti y guaguas en coches arriba de las piedras. A mi me tocó la suerte de lograr un puesto frente al mar y un sixpack de Dorada.
Cuando empezó a oscurecer nos cambiamos de lugar y nos acercamos a donde estaba el webeo: la plaza Sotomayor… después de caminar alrededor de 1 hora la ansiedad se apoderó de mi y sacamos el primer trip, un gato felix que partimos en 3 mientras los pacos nos miraban a media cuadra pero aquí nadie se decía nada.
A los 20 minutos comenzó lo bueno… baile a full con saltos, gritos, risas y un vino rosé de luca quina fue mi mejor compañía… el resto de la gente andaba con cara de culo esperando que pasara la hora.
5, 4, 3, 2, 1 y BOOOM! El trip pegando full con explosiones, colores, ruido, abrazos, besos y champaña… me acosté en el pasto y me puse a mirar los fuegos artificiales más impresionantes que he visto en mi vida. Sentir que tienes 5 años otra vez con esa inmensidad de sonidos y destellos fue una de las mejores cosas que me han pasado en este último tiempo.
Fue un viaje mágico de 30 minutos, aunque suene mamasan pero fue bacán.
Filo, terminaron los fuegos y volvimos a la Sotomayor para seguir bailando y de a poco comenzamos a subir hacia el cerro. Otro vino penca y chelas que aparecían por todos lados nos acompañaron hasta que llegamos por el cerro Alegre y nos paramos un rato a bailar mientras sonaban tambores, pitos y no se que más… ya tipo 2 se agarro confianza y se empezó a acercar la gente. Todo se compartía, todo corría y todos se prendían… un porteño me enseñó a tocar el Agogô, shuper loco y hippie.
Cuando ya eran como las 4 y hubo que aplicar weed para volver a subir, llegamos al paseo Yugoslavo y ahí más música, gente tomando como enferma y tripeados por montón… mala idea fue la de acostarme en la plaza y cerrar los ojos por 1 minuto… cuando los abrí ya tenía a gente pasando por encima mío, un mar de tierra y copete encima, súper rico.
llegamos al paseo Yugoslavo y ahí más música, gente tomando como enferma y tripeados por montón…
Después de eso conocí a un hindú que se ofreció en menos de 5 minutos, next. Luego llegó un grupo de pendejos más jalados que Maradona a ofrecer paraguas, la gente era demasiado bondadosa pero preferí comprar un queque verde para matar el bajón de la hora.
Ya a las 6 tuvo que salir el último cuarto de la tripa para seguir compartiendo con los chicos que llegaban, se sentaban y compartían, que ofrecían y se ofrecían… la “bondad” en el ambiente ya no podía más cuando de pronto comenzó a salir el sol y la oportunidad de comenzar a bajar hacia la playa.
En el trayecto nos encontramos con la decadencia hecha persona:
Un joven veinteañero perdido en la inconsciencia de su mamadera de piscola y su miembro pirulín fuera del jeans a todo sol, botado como una basura más del mar de botellas, cotillón y envases que habían desparramados por el suelo… muy pintoresco, conmovedor y penoso. Se ganó uno de los puntos peaks de la noche.
Luego, unos pasos más allá nos encontramos con una pareja pantalones abajo dándole al folle en el patio de un departamento que daba a la calle, mi pobre amiga que quería hacer pipí por ahí tuvo que ir para la vereda del frente, en donde se nos acercó un tipo a hablar mientras… hasta le ofreció confort el amoroso, más bondad en el aire, una cosa que sólo se da con tanto copete y sustancia en el cuerpo.
En fin, ya tipo 8 y algo llegamos a varar a la playa junto con unas 800 personas más que figuraban durmiendo, vegetando, tomando, tocando tambores, fumando, etc… debo decir que los tambores ya me tenían hasta las cachas así que dormí alrededor de 1 hr y de ahí partí hacia el terminal a ver si tenía suerte de encontrar pasaje de vuelta a mi cama. Allí me encontré con algunos de los personajes que conocí durante la noche pero ahora claramente con una disposición distinta y unos carachos más destrozados que nunca por lo que hubo que aplicar bomba de humo un par de veces.
Ahora, ver al mundo con luz de día era como zombieland: poleras rajadas, zapatos perdidos, unas pintas épicas y medallas everywhere mientras esperaba el fuckin bus.
Una vez de vuelta, ya con los pies hechos bolsa y una cabeza a punto de explotar puedo decir que después de una travesía que duró en total 24 hrs seguidas sobreviví a mi primer año nuevo en Valpo en trip.
1. Si es pajero y no tiene un lugar para dormir o un cargamento infinito de drogas NO LO HAGA
2. La gente en masa es muy cochina en TODO SENTIDO.
3. Tomemos conciencia y reciclemos.
ilustración por Paper.
Texto por C Shit.