La Dra. Kathya Araujo, investigadora en estudios sociales y de género, y académica de la Universidad de Santiago de Chile, asegura que “la situación de la mujer solo puede solucionarse incorporando al hombre”.

Este 8 de marzo se celebra el Día Internacional de la Mujer y, como todos los años, surge la pregunta respecto a cuánto ha avanzado Chile en equidad de género y cierre de brechas.

Para la investigadora en estudios sociales y de género, y académica del Instituto de Estudios Avanzados de la Universidad de Santiago de Chile, Dra. Kathya Araujo, hay avances, pero todavía falta mucho: “Se mantienen muchos estereotipos y no se avanza con fuerza en una transformación verdadera de las relaciones mismas que mantienen hombres y mujeres”, sostiene. “La situación de la mujer solo puede resolverse incorporando al hombre. Los problemas sociales no son una isla, están vinculados a otras dimensiones”, puntualiza.

“Si uno hace cambios en la situación de la mujer, pero al mismo tiempo no trabaja en la transformación que acompaña esos cambios, que es el lado masculino, siempre habrán problemas y se generarán roces, conflictos, y se agudizan tensiones”, explica.

Araujo afirma que “se necesita un mayor compromiso de los hombres y una reflexión de las mujeres sobre ese punto. Este es un problema que no solo se resuelve desde la mujer, sino preocupándose de que los hombres acompañen estas transformaciones. De otra manera los hombres quedan en una situación inmanejable y no saben cómo vivir su masculinidad. Para otros, esto puede ser visto como una imposición”.

Para la socióloga, existen cinco áreas que deben ser abordadas de manera prioritaria “para una mayor equidad entre hombres y mujeres”. Estas son: violencia contra la mujer; distribución de tareas del cuidado del hogar; trabajo; educación; y “una nueva concepción sobre el cuerpo y las sexualidades”.

Aunque reconoce que en todas estas áreas se han efectuado avances, critica que “el posnatal masculino es un saludo a la bandera”; que aunque hay avances en materia laboral, “las brechas se mantienen” y “las relaciones al interior del mundo del trabajo no son igualitarias”; y que “las carreras feminizadas son las que menos retorno tienen”.

“Los cambios culturales no se hacen solo con contenidos, sino también con prácticas. Se tienen que adquirir no solo con un curso, sino en un encuentro constante con esa temática de reflexión y transformación personal”, señala.

Para ello, afirma que “es indispensable que todos los estudiantes de pedagogía cursen asignaturas de género y no solo un curso, para que exista una formación a lo largo de su carrera. Es decir, que no sea un curso aislado, sino una perspectiva que atraviese la carrera”.

Indica que se deben “generar programas en las escuelas y en la educación superior, donde la discusión por la situación de las mujeres sea complementada con la relación entre hombres y mujeres”.

“Muchas veces, los niños aprenden por imitación, por cosas subliminales, por lo que los adultos deben cambiar sus prácticas”, enfatiza.

Finalmente, la académica valora la gestión del Gobierno en esta materia, pero indica que la problemática solo puede ser atacada “con el esfuerzo de todas las fuerzas políticas”.

“El aborto en tres causales es un tema prioritario. Ni siquiera somos capaces en ponernos de acuerdo en esto, que es bastante restringido comparado a lo que sucede en el mundo”, critica.

Fuente: Departamento Comunicaciones USACH