Hoy se dieron a conocer los escandalosos casos de abusos, humillaciones y maltratos que reciben las mujeres trabajadoras de la Universidad Católica y Sofía Barahona, presidenta de la federación de estudiantes de la UC nos entregó su opinión.

Las auxiliares que trabajan en el Campus San Joaquín de la PUC han sufrido constantes desmayos debido al estrés que genera el  trato abusivo de sus subalternos. Según la investigación publicada por el diario El Mostrador, las trabajadoras reciben constantes amenazas, insultos con garabatos, son encerradas con llave y tildadas de “tontas”.

Además, se les prohíbe tener comunicación con los alumnos y los profesores del lugar monitoreando sus actividades con teléfonos celulares. La denuncia fue presentada hasta la Dirección del Trabajo informando a los involucrados que “existen indicios de vulneración a Derechos Fundamentales y se pudo constatar indiciariamente afectación a la integridad psíquica y honra de los trabajadores representados por la organización sindical; como asimismo a la vida privada de los mismos”

La empresa aludida por malos tratos es Interservice Ltda, que lleva 20 años prestando servicios para la Universidad Católica.

El documento entregado por la Unidad de Derechos Fundamentales de la DTR, concluye que el actuar de dos supervisores ha afectado el estado de ánimo de los trabajadores: “lloran en el trabajo y se encuentran asustadas e impotentes frente a las conductas denunciadas” señala el texto.

La empresa Interservice fue notificada de estos problemas por la misma Federación de Estudiantes UC (FEUC). Sin embargo, el organismo ha actuado de forma displicente sin pronunciarse al respecto.

“Esta es una de las tantas situaciones que se han venido denunciando hace tiempo como por los mismos estudiantes como por los sindicatos” afirma Sofía Barahona, presidenta de la FEUC.

“La situación es sumamente problemática porque se plantea una incoherencia entre el discurso de la Universidad Católica y lo que realmente ocurre incluso con sus mismos trabajadores porque la universidad ha tenido un rol pasivo en la fiscalización del cumplimiento de las normas legales y del respeto de los derechos laborales de los mismos trabajadores, a causa del sistema de subcontratación de los empleados”, añade.

“Pedimos que la Universidad se haga cargo de modificar aquellas acciones que están teniendo contra los trabajadores de Sede San Joaquín” finaliza.

Según la publicación de El Mostrador, ambas partes fueron a una mediación legal en el Centro de Conciliación y Mediación para que llegar a un acuerdo, sin embargo no hubo buenos resultados y actualmente se encuentra un juicio en proceso.

*foto portada La Nación