Si admiras la minuciosidad y paciencia en un buen trabajo, es probable que seas un fiel espectador del stop motion, pero si a eso le sumamos originalidad, nos encontraremos con el mundo de Tomas Mankovsky. Donde su trabajo se basa en la fusión de simples historias e innovadoras técnicas, ambas reflejadas en su útlima creación producida para Blink, llamada Sorry Im Late, con una escenografía compuesta nada más que con el suelo de un gimnasio, millones de cojines más mil ropa recopilada, una genial perspectiva cenital y unos cuantos recortes de imágenes en photoshop, todo para un resultado que supera los límites de la originalidad, incluyendo las imágenes que salen del making off en los créditos.

Algunas tomas de prueba en la casa de Tomas:

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