Aunque la vacuna del laboratorio ruso Gamaleya ha sido polémica desde su inicio, recientemente fue considerada en Chile como parte de la oferta de vacunas disponibles para combatir el covid. ¿Funciona? ¿Quiénes pueden inocularse con esta? Pasa a leer las respuestas a estas y más preguntas en la voz de un experto.

Esta semana Chile agregó una sexta vacuna contra el coronavirus a su oferta actual. Se trata de la Sputnik V, del laboratorio ruso Gamaleya, que fue autorizada para su uso de emergencia por el Instituo de Salud Pública (ISP) en mayores de 18 años. Pero por la falta de estudios clínicos en algunas poblaciones, declararon que no es apta para personas que tengan problemas inmunológicos ni que estén embarazadas o en periodo de lactancia.

La Sputnik V ha sido puesta en duda por algunos países que no confían en su eficacia. Sin embargo, la revista médica The Lancet publicó que en la tercera fase de su estudio la vacuna tiene un 91,6% de eficacia para combatir el coronavirus. Además, el Centro Nacional de Investigación de Epidemiología y Microbiología Gamaleya del Ministerio de Salud de la Federación Rusa y el Fondo de Inversión Directa de Rusia (RDIF) publicó que tiene un 97,6%, de seguridad entre las y los rusos inoculados con ambas dosis.

Por su parte, las vacunas de Pfizer y Moderna también superan el 90% de efectividad, mientras que la Astrazeneca, la de Johnson & Johnson están sobre el 70%. “Esto hay que entenderlo en el sentido de si, por ejemplo, tuviéramos a 100 personas vacunadas con la Sputnik V, 91 no se infectarían”, ejemplifica Sebastián Reyes, académico del Centro de Genómica y Bioinformática de la Universidad Mayor. 

Para él es vital entender que un porcentaje importante aquí va con el autocuidado porque, “el objetivo de toda vacuna es evitar la manifestación grave y la muerte por la enfermedad; no hay vacuna que evite la infección”. Agrega que siempre será bueno contar con una vacuna adicional. “Hoy tenemos un alto porcentaje de personas inmunizadas, más del 70 %, por lo que esta podría complementar lo que venga a continuación, como una tercera dosis, dependiendo de los estudios”, explica Reyes.

¿Cómo funciona la Sputnik V? “Utiliza una plataforma de adenovirus muy similar a las de CanSino y Johnson & Johnson”, cuenta el director del programa de doctorado en Genómica Integrativa, “Este adenovirus es modificado y no es infeccioso, sino que codifica la proteína Spike del Sars-CoV-2 para que nuestro sistema inmune la reconozca y gatille una respuesta en contra”.

¿Ponerle nacionalidad a una cepa covid es racista? Un experto nos responde aquí

Es más, para cada dosis utiliza un adenovirus distinto y, según el académico, la evidencia escrita reporta que es segura. Pero eso no la ha salvado de polémicas por la plataforma biológica que usa. El gobierno de Brasil, por ejemplo, rechazó su uso a inicios de este año porque el adenovirus era replicante y faltaban preguntas por responder por parte de Gamaleya. 

“Cuando hablamos de replicación nos referimos a que el virus generaría un ciclo de infección, pero está reportado que están modificados para no hacerlo”, dilucida Reyes, “hay que tener claro que son adenovirus modificados de humanos y lo que nos causa normalmente es un resfrío común”. Incluso menciona que hay vacunas que utilizan virus replicante y que funcionan, pero para otras patologías como la polio o la fiebre amarilla. 

Además actualmente está autorizada en más de 70 países, por lo que, “si hubiera algo realmente nocivo ya lo sabríamos”, asegura el experto. Si bien es importante considerar que todas las vacunas están aprobadas para su uso de emergencia porque les falta la última fase, hasta el momento no se presentan casos graves por la utilización de la vacuna del laboratorio rusa. 

Por otra parte, el académico comenta que Europa es un ejemplo de cómo debemos avanzar con el plan de vacunación. Pese a que rechazaron la utilización de la Sinovac, “porque es China y porque tienen sus propias fábricas con Pfizer y Oxford, se ve que pueden tener muchos contagios, pero por la vacunación la mortalidad es muy baja; incluso menor a la tasa con cualquier otro virus respiratorio”, asegura. “La gente se contagia, pero está protegida”.

Para Sebastián Reyes es importante recalcar que las vacunas están demostrando su efectividad con el descenso de casos diarios, pero no hay que olvidar que no estamos solos en el planeta. “Para controlar totalmente la pandemia hay que lograr una cobertura de vacunación en todo el mundo y actualmente estamos alrededor del 20%”, explica, “Además, uno puede pensar que no le va a pasar nada, pero hay gente alrededor de nosotros que es más susceptible a enfermarse y que tiene comorbilidades, y uno vacunado igual puede contagiar a otras personas”. 

El plan Paso a Paso en Chile ha sido modificado para tener menos restricciones de movilidad y de reuniones sociales, “pero eso no nos obliga a hacer cosas”, aconseja el académico. Con esto hace referencia a que si no es necesario que salgas, trata de evitarlo, puesto que si bien el sistema de salud no está saturado actualmente, “hay que entender que para cubrir las necesidades de la población se expandió al menos tres veces”. 

Ahora, ¿cómo salimos de esto? “Hay que vacunarse y seguir con el autocuidado”, enfatiza Reyes, “La única vacuna mala es la que no se coloca”.