No es necesario indagar mucho en los motivos del por qué en este país existen problemas sustanciales desde hace décadas y que no se resuelven: simplemente las autoridades no tienen idea del país en el que viven la mayoría de los chilenos.

Lo peor es que después se justifican diciendo que fue “un comentario desafortunado” o “una opinión sacada de contexto. Ustedes son los responsables de hacer que las cosas cambien y pasen, o al menos de tener la decencia de no mandarse semejantes cuñas demostrando un nivel de disociación tremendo. Como cuando el ex ministro de Educación dijo que los problemas de los establecimientos públicos deberían arreglarlos ellos mismos vía bingos.

Esta vez nos referimos claramente al subsecretario de Redes Asistenciales, Luis Castillo, que afirmó en una entrevista que las personas muchas veces repletaban los centros asistenciales por reunirse a “hacer vida social”.

Oye, Luis Castillo, puede que las regiones no tengan el mismo nivel de zonas de esparcimiento que Santiago o Concepción poseen, pero creo que nadie va durante el invierno a un Cesfam para juntarse a copuchar sobre la vida.

Digo esto porque las palabras de la autoridad fueron realizadas en Coyhaique, lugar donde operan tan solos dos centros Cesfam y las personas deben llegar en la madrugada bajo gélidas temperaturas. Ni hablar sobre la calidad del aire de la zona, donde gracias a la quema de leña el aire de Coyhaique se ha vuelto peligroso para la salud.

“Los pacientes siempre quieren ir temprano a un consultorio, algunos de ellos, porque no solamente van a ver al médico sino que es un elemento social, de reunión social” sostuvo Luis Castillo.

Para el subsecretario, las filas son un problema cultural que se puede arreglar con aplicaciones en los teléfonos.

“Aquí subsecretario, la gente no va a hacer vida social, para eso tenemos las casas. Lo que se va a hacer ahí es tratar de tener atención en un servicio que es tan importante como la salud y ahí la responsabilidad es de usted” sostuvo el alcalde de Coyhaique, Alejandro Huala.

 “A nadie se le ocurriría, con cinco o seis grados bajo cero, estar haciendo vida social a la intemperie y esperando que le abran las puertas para poder ingresar y tener algo de calefacción” remató.

En la última hora, tanto los parlamentarios de oposición como de Chile Vamos piden la renuncia del subsecretario designado, diciendo que la hace mal a la imagen y labor del Ministerio de Salud.