La película no es realmente mala, el problema es que los villanos no son realmente malos. Lo cierto es que el escuadrón de perversos son más bien peones dubitativos en su maldad. O Antihéroes.
La sombra de Deadpool, el anti-héroe favorito de los niños, Guardianes de la Galaxia y Marvel en general le vuelven a jugar en contra al Mundo DC.
El problema de Suicide Squad es que llegó demasiado tarde. El universo DC se reconformó primero en la televisión con mucho éxito, con series como Green Arrow, Gotham y The Flash, y decidió después tomar un detour hacia la pantalla grande. Por otra parte, el mundo Marvel decidió hacer todo lo contrario: empezar por el cine y luego pasar a la tv. El experimento dio resultado, pero DC llegó tarde a la fiesta.
En el proceso, ya se han estrenado tres Captain America, tres Iron Man, dos Avengers, dos Thors, Guardians of the Galaxy, Hulk y Ant-Man, además de seguir en paralelo (aunque no precisamente dentro del MCU) con la línea de los X-Men, que suman ocho películas en total. Todas con relativo éxito, algunos de clase mundial y otros no tanto.
DC intentó hacer lo suyo con una mala adaptación de Green Lantern, unas ahí no más de Superman y la muy comentada, pero asquerosa también, Batman vs. Superman. Lo más destacado asociado a DC fueron las tres adaptaciones de Batman de Christopher Nolan (muchos dicen que las mejores), las adaptaciones de V for Vendetta (de Vertigo) y Watchmen. Y paramos de contar.
¿Habría sido mejor recibida Suicide Squad si hubiera salido hace 4 años atrás? No lo sabemos. Pero puede que con los estrenos de Guardians of the Galaxy y, sobre todo, Deadpool la misma audiencia se haya creado un arquetipo de antiheroe. Porque lo que nos mostró DC con Suicide Squad no son villanos, son héroes en reversa. (Deadpool es ácido y maleducado pero malo malo no es tampoco).
Lo cierto es que al igual que esta última, Suicide Squad, le guste o no a los si es un salto hacia adelante en cómo se cuentan estas historias. Rápido. Al hueso. Con harta gráfica. Faltándose un poco o harto el respeto. Se criticó que era un viraje más hacia el relato de la publicidad que del cine, pero ese es un escupo innecesario. Quizá el excesivo marketing/hype le pesó en este punto. La ya clásica movida de crear expectativas desproporcionadas.
Quizá lo más parecido a un verdadero villano sea el Joker de Jared Leto, pero incluso el rating de la película, que el mismo actor pedía que fuera R (+18) para tener más escenas suyas, y finalmente sólo quedó en mayores de 14, le jugó en contra y sus apariciones fueron reducidas al mínimo.
En ese sentido, también parece ser que la película es quizá solo un preámbulo para lo que será una entera dedica al Joker. Otro villano: la siniestra Directora de ARGUS, Amanda Waller, interpretado por Viola Davis, gana por lejos en el concurso de maldad. El escuadrón queda reducido a la condición de peones, medio blandos o demasiado dubitativos en su real perversidad, frente a Waller, que sin superpoderes intimida mucho más.
Tampoco ayuda que los “malos” tengan que enfrentarse a otro “malo”. Desde ese punto de vista la misión de Suicide Squad es un sinsentido desde su inicio. Y bueno, Cara de Levigne cumple correctamente, pero ni su actuación ni su personaje, que aparece bien de la nada, logran ser un real contrapeso. Porque no había mucho a qué hacerle el peso.
Porque lo cierto es que los valores de la amistad, el amor y la familia ganan en los corazones de una tropa de personas que han matado y herido a más gente de la que pueden recordar. De pronto, están en el mismo nivel que un Batman (el antihéroe por excelencia), Wolverine o Iron Man. Tipos con los que finalmente se empatiza en vez de temer.
Definitivamente, lejos del cliché, el mejor personaje de la película es Harley Quinn. Aunque la elección de su traje de combate bordea en lo sexista, no hay que olvidar que la misma película entrega la razón del por qué está tan loca. Hasta el final nunca deja de estarlo. Como pareja, el Joker y ella funcionan perfecto aunque realmente se hubiese agradecido que no dijera un chiste cada vez que se la dejaban rebotando.
Quizá el verla en sistema 4Dx es un plus, porque las películas de acción ganan un valor agregado si te mueven el asiento y te tiran aire cuando está pasando una bala por la pantalla, pero definitivamente no salí del cine con la sensación de estafa que sí me ha sucedido con muchas películas de Marvel.