The Breadwinner es probablemente mucho mejor que Coco

Cansadas de los abusos por parte de la elite machista que maneja las producciones fílmicas en Hollywood, las mujeres se pronunciaron de diferentes formas en la septuagésima quinta edición de los Globos de Oro celebradas el pasado 7 de enero.

Como espectadores vimos la alfombra roja de la ceremonia repleta de actrices vestidas de negro como protesta en lo que parece ser el inicio del fin para figuras como Harvey Weinstein y cuanto productor, actor y guionista inescrupuloso existe en una industria que nos vendió una falsa imagen de perfección y compañerismo durante décadas.

Las críticas respecto a la actitud de las mujeres en Hollywood han sido incisivas y no logran convencer a los espectadores de su cruzada por la sororidad. Muchos acusan a las actrices como Gwyneth Paltrow de ser cómplices mientras que otros muestran disconformidad hacia su situación de privilegio en favor de las mujeres comunes y corrientes que sufren de violencia a diario, pero que no tienen una tribuna los suficientemente amplia como para que su situación importe.

Oprah Winfrey intentó persuadir al mundo del compromiso generalizado para terminar con el machismo y en cierta parte convenció a los más escépticos con un poderoso discurso que, medio en broma y medio enserio, llegó a levantar una futura candidatura presidencial.

“…quiero decirle a todas esas chicas que miran televisión desde casa que un nuevo día se acerca. Y cuando ese nuevo día comience será porque miles de mujeres, muchas de ellas aquí presentes, y algunos hombres fenomenales, nos acercaron un poco más al momento en que nadie tenga ya que decir nunca más Yo también” señaló.

Pero el verdadero relato de lo que significa ser mujer en el mundo contemporáneo, la verdadera representación de la represión y término abrupto de las libertades personales femeninas se encontraba tímidamente incorporada en una categoría inusual para la causa.

The Breadwinner -nominada tanto a los Globos de Oro como al premio Oscar en la categoría de mejor película animada- es en un balde de agua fría para todos los optimistas que ven el inicio del fin del machismo en el mundo transformándose definitivamente, en la película más relevante en lo que respecta la causa del #MeToo.

La historia se centra en Parvana, niña afgana envuelta en el conflicto talibán donde todas las mujeres son obligadas a seguir 29 prohibiciones impuestas por el régimen que incluyen: recibir cualquier tipo de educación, reír en voz alta, lavar ropa en los ríos, tomar fotografías y salir de su casa sin la compañía de un hombre que sea de su familia. El incumplimiento de estas reglas implica la pena por lapidación pública.

Luego del secuestro de su padre, Parvana se ve obligada a vestirse de hombre para ayudar a que su familia no muera de hambre. La historia responde a la misma premisa que el nuevo clásico de Disney: Mulán. La gran diferencia es que esta es una historia real que no le importa a nadie.

 #MeToo en el mundo árabe

La primavera árabe trajo consigo el derrocamiento de varios regímenes totalitarios pero la calidad de vida de las mujeres en medio oriente no mejoró en lo absoluto. En Yemen, por ejemplo, son obligadas a contraer matrimonio cuando tienen tan solo 8 años; en Arabia Saudita -país rico en petróleo y aliado de Estados Unidos- las mujeres no pueden manejar, hacer ejercicio ni tampoco compartir el mismo espacio con varones que no sean de su familia.

Afganistán, país donde se desarrolla la historia de The Breadwinner, la situación ha empeorado de forma sistemática según la diputada y activista Malalai Joya.

“En comparación con la época de los talibanes, las mujeres y los hombres de nuestro país tenían un enemigo, que eran los terroristas talibanes, pero en estos 15 años tras la ocupación nuestra gente tiene cuatro enemigos: los señores de la guerra, los talibanes, las fuerzas de ocupación y el ISIS” señaló en conversación con el diario español Diagonal.

La diputada afgana también recordó el asesinato de Farjunda, acusada falsamente de quemar un Corán siendo apedreada públicamente, arrollada con un auto y lanzada a un río. Los sucesos ocurrieron a plena luz del día y a metros del palacio presidencial de Kabul. De los 49 involucrados en el asesinato de Farjunda, 19 eran policías.

La normalización de la violencia hacia la mujer, muchas veces amparadas por la ley islámica, no ha sido impedimento para que varias se pronuncien respecto al tema, aunque su vida dependa de ello. He ahí la diferencia: mientras en occidente se pelea por el #freethenipple, en medio oriente cualquier signo de rebelión o cambio significa el riesgo de terminar como Farjunda.

https://twitter.com/ashaech/status/919940621602902017

The breadwinner dentro de la temporada de premios funciona como una metáfora para la realidad femenina del golfo pérsico y norte de África: sabemos la historia, la información está entre nosotros, pero no le prestamos atención anteponiendo nuestra propia causa.

La activista Yara Al-Wazir constató estos hechos con una frase entregada para el blog Alarabiya: “No pregunten porqué las mujeres no están dispuestas a hablar. Pregúntense que pueden hacer para que su voz sea amplificada y escuchada”

El efecto Pixar

Pocas empresas significan tanto para el sentimentalismo generalizado de la sociedad occidental como Pixar. El estudio cinematográfico se encarga de dejar nuestro corazón en la garganta con cada estreno, año tras año.

Todos recuerdan escenas específicas en las que lloraron o estuvieron a punto de hacerlo, y en la actualidad, Coco se encarga de eso en una emotiva escena donde se entona la canción “Recuérdame”

Con tanto sentimentalismo de por medio, es difícil ver con claridad cual es realmente la mejor producción en términos de calidad y discurso. Pero lamentablemente ninguna película animada puede hacerle peso a un conglomerado tan grande como Pixar y Disney, aunque su propósito sea concientizar sobre un tema contemporáneo visto desde una perspectiva fuera de occidente.

The Breadwinner es finalmente la mejor opción para entender que la lucha por los derechos de las mujeres también se pelea desde la perspectiva islámica y el hecho de que sea una producción animada ayuda a concientizar sobre el tema desde la infancia, algo que no se logró con Persepolis en su minuto.

La historia de Parvana puede que no sea lo que esperamos en el mundo de la animación, donde la fantasía nos distrae justamente de lo que no queremos saber, aunque siempre puedes darle una oportunidad.

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