Ha sido cancelada por El Vaticano, la mamá de Justin Timberlake y hasta la Casa Real británica por sus hilos en Twitter en los que han reivindicado las figuras de personas como Nicole Moreno (Lou Lee), Britney y el legado de la Princesa Diana. La Tía es una personalidad del internet que, sin embargo, es manejada por dos personas que mantienen su identidad en el anonimato. Hablamos con una de las voces de la Gen Z local más potente, la líder de los marakelines.
*Los nombres de las personas detrás de @tiamarak_ fueron cambiados para mantener su privacidad.
Tía Mar4k es como Hannah Montana. Es una celebridad e ícono de la Gen Z local, que esconde su identidad detrás de una peluca rubia. Un nombre que, tal como el de Miley en la serie, es un total secreto para sus marakelines, los seguidores de la cuenta @tiamar4k_.
Al menos eso planean Tía 1 y Tía 2. Están de acuerdo en que la cuenta se convirtió en una personalidad de internet en sí, “y la magia de su esencia está en ese anonimato”, dice la segunda tía. Pero en un escenario imaginario, si ella existiera fuera de la web, sería una mujer mayor, pero conectada con los hábitos de consumo de la Generación Z, irreverente, chistosa, inteligente y “buena pal’ webeo”, como la describen. Y, obviamente, vestida con su icónico blazer rosa y luciendo su melena rubia.
Pero el frágil secreto de su misterio casi se rompió a finales de 2019. @evelyncorriendoalritmode, en ese entonces, subía un contenido que estaba lejos de su foco pop actual. Tía 1 fue uno de miles de cibernautas que compartió el video de cuando Evelyn Mathei escapó corriendo de un reportero del matinal. Solo que lo musicalizó y cuando vio que su tuit fue viral, replicó el video con muchas canciones alojadas en una sola cuenta. Los seguidores llegaron en estampida y pasaron de ser cientos a decenas de miles en un par de horas.
El bichito de la fama lo picó y decidió mostrar su cara a sus seguidores unas semanas después. Simultáneamente seguía en el colegio y su contenido se mantuvo enfocado en memes políticos, pero que se burlaba de los personajes de la derecha chilena. Las amenazas en su contra y mensajes con su dirección de casa comenzaron a agolparse en su bandeja de entrada. Tuvo miedo y se esfumó. Nunca más se supo de la cara humana detrás de los pixeles. Sin embargo, asegura que aún tiene seguidores en su cuenta personal que llegaron tras el admin reveal.
“Los que saben desde esa época han guardado el secreto“, dice entre risas. Sus marakelines -como llaman a sus seguidores- mantuvieron el secreto tal y como los ciudadanos de Tennessee cuando supieron que Miley Stewart era la cantante al final de la película. Y hasta hace solo unas semanas nadie sabía que eran dos personas llevando las cuentas.
Justicia para las reinas
Tía Marak 2 era fanática de @evelyncorriendoalritmode, y lo siguió siendo cuando pasó a ser @latiaevelyn y después @latiamar4k. Mutó a ese nombre para “no darle pantalla a personajes nefastos de la derecha”, coinciden. Ella conoció a Tía 1 por redes sociales cuando ambos entraron a la misma carrera de comunicaciones en 2020, y no sabía que él estaba a cargo de la página. “Pero sí sospechaba que Tía Marak estudiaba con nosotres porque eran muchas las coincidencias temporales en algunos tuits y publicaciones”, asegura.
“Cuando me contó básicamente se quitó la peluca como en Hannah Montana“, cuenta entre risas. Habían salido a comer y Tía 1 le ofreció formar parte porque tenían el mismo humor y compartían la esencia de este personaje. Pero sobre todo porque quería cambiar su enfoque a contenido pop y de la farándula nacional y mundial. Tía 2 aceptó enseguida y desde entonces, con sus mentes en el mismo carril, la página explotó.
Comenzaron a subir hilos informativos exponiendo casos emblemáticos de la temática pop y por ello han sido bloqueados por la NASA, la madre de Justin Timberlake, El Vaticano, la Casa Real, el esposo de Mariah Carey, por nombrar algunos. Entre sus momentos favoritos llevando la cuenta ambos coinciden en que está conseguir que el cantante pop estadounidense se disculpara con Britney Spears y Janet Jackson por sus conductas misóginas. “Recuerdo cómo su último post tenía 300 comentarios y después de nuestro hilo tuvo 7 mil con #FreeBritney y #FreeJanet”, relata Tía 2.
Sus familias sabían lo que hacían y no estaban muy de acuerdo con las funas que hacían a famosos. Hoy miran hacia atrás y se dan cuenta que hubo un momento en que podrían haberse dedicado a seguir cancelando a distintos rostros de la cultura pop porque el alcance que tenían crecía constantemente. Pero también lo hacían las veces en que les bajaban la cuenta, por lo que tuvieron que acostumbrarse a mantener una cuenta de respaldo y decidir qué rumbo seguir en cuanto a su contenido.
“Al episodio del Vaticano lo llamaría ‘justicia divina para Katy Perry’”, comenta entre risas Tía 2. Se refiere a cuando hicieron el hilo de Twitter que narraba la historia de cómo la cantante terminó en un proceso judicial intentando comprar un convento y una monja murió durante los juicios, siendo culpada de ello. “Masificamos #FreeKatyPerry y nos bloquearon”, cuenta. Lo mismo sucedió con Lady Di y la Casa Real.
“En su momento no le tomamos el peso a la funa, pero ahora nos gusta poner el foco en reivindicar a las mujeres que nosotres y los marakelines consideramos reinas que fueron dañadas y basureadas por la farándula y la prensa chilena”, enfatiza Tía Marak 2. Así, rescataron y reconstruyeron los momentos de fama de personajes icónicos como Luli (llamada Lou Lee en su cuenta), Anita Alvarado y Kenita Larraín.
abro hilo de: cómo la prensa y los medios de comunicación destrozaron a nicole moreno, más conocida como luli 🌹👩🏼🦱 pic.twitter.com/DYtV5MDFTp
— tía marak ✨ (@tia_marak) February 13, 2021
Y mientras intentaban amplificar estos relatos, comenzaron a crear su propio lenguaje de la mano de sus marakelines. Cuando hablaron de la fiesta de lanchas en Pucón se referían al lugar como Poocon, si mencionaban a Nicole Moreno hablaban de Lou Lee y chilenizaban a famosas internacionales. El caso más reciente fue el de Adelaila, una vendedor de pan amasado que a su vez es la artista más vendida de Europa a nivel mundial: Adele.
Su página crecía, pero en paralelo tenían que entregar trabajos para la universidad, preparar exámenes y lidiar con el encierro de la pandemia. Tuvieron que comenzar a hacerse cargo de su salud mental fuera de Tía Marak.
Lo mejor de dos mundos
Tía 1 y Tía 2 disfrutan tener sus vidas personales en secreto, al menos de sus marakelines. No les gusta la idea de que quienes ya los conocen confundan al personaje con sus personalidades o que puedan pedirles fotos en la calle. “Literal es lo que no quiero. Ella vive en el celular y jamás he dicho ‘hola, soy Tía Marak”, cuenta Tía 1.
Es más, ellos solo hablan de la cuenta cuando tienen que ponerse de acuerdo para subir un contenido o si pasó algo “muy chistoso”. Lo mismo ocurre cuando se juntan con una amiga que tienen en común y que es la única que sabe la identidad de ambos, como Lily en Hannah Montana cuando se transforma en Lola.
Las únicas veces en que se han sentido como la Tía Marak es cuando reciben comentarios sobre el aporte de la página en la vida de sus seguidores. “Incluso hay un grupo de marakelines en Whatsapp que se han juntado y conocido por ahí. Creamos contenido para hacer felices a las personas independiente de la edad porque es reconfortante saber que se sienten identificadas con la página”, comenta Tía 1.
Para tener una idea visual, cada vez que les cierran la cuenta y abren una de respaldo no tardan más que un par de horas en tener más de 50 mil seguidores en Instagram. Si todas las personas que siguen la cuenta cada vez que es eliminada se reunieran de manera presencial, podrían llenar el Estadio Nacional a su máxima capacidad.
Los comentarios positivos los han ayudado en momentos donde han sentido tristeza durante la pandemia. La llegada del coronavirus los hizo tomar prácticas de distanciamiento social que mantienen hasta hoy porque viven con familiares calificados de riesgo ante un contagio. Una de las tías perdió a un familiar producto del covid-19 y ambas afirman que tuvieron que aprender a balancear las responsabilidades con su salud mental, la universidad y la cuenta.
“Tener que estar creando contenido cuando no estás en el mejor estado emocional es difícil y al mismo tiempo mantener una personalidad de este tipo en internet conlleva una responsabilidad que cuesta equilibrar”, detalla Tía 2. Y aunque dice que puede que las generaciones más grandes piensen que podría dejar la cuenta o no tomarle la importancia a esta, “somos las generaciones que están escribiendo las pautas de este tipo de interacciones en internet y estamos siendo responsables también con nosotros”.
Una de las responsabilidades que ambos sintieron que les tiraba la sangre, era apoyar a su candidato presidencial Gabriel Boric, también conocido como vogue rich en su cuenta. Sabían que la mayoría de su público no estaba habilitado para sufragar, pues tenían menos de 18 años, así que enfocaron sus fuerzas en crear contenido que pudieran compartir con sus familiares en un intento de ganar votos. Y cuando el candidato de Convergencia Social triunfó, ambos celebraron.
Ojalá Tía Mar4k fuera eterna
Tia Marak 1 nunca ha pololeado, pero ha imaginado el escenario en el que tendría que confesar su identidad como una queen de internet. La sola idea de pensar que podría filtrar su identidad tras un término poco amigable lo aterra. No obstante, confiesa que esa podría ser una de las excepciones a la regla del admin reveal. Y también podría hacerlo si se volviera famoso por su carrera o su habilidad secreta: cantar. “Y canta muy bonito”, reafirma Tía 2.
Pero su compromiso por mantener el secreto, apoyado por los marakelines que insisten en no revelar sus nombres, es mayor. Incluso están dispuestos a continuar con sus vidas como Hannah Montana hasta que llegue el momento que sus seguidores temen: terminar con la página. Tía 1 asegura que en algún momento llegarán nuevas responsabilidades, como el trabajo, que harán cada vez más difícil gestionar la cuenta como hoy. Ese cree que podría ser el fin de Tía Marak.
Por su parte, Tía Marak 2 cuenta que están viviendo cada momento, “aunque suene cliché”, porque han podido conocer a muchas personas y llegar incluso a firmar con Warner para contenidos musicales exclusivos. “Es rico saber que hay una comunidad grande, porque pese a que somos las personas detrás igual nos sentimos parte y dentro de la comunidad”, expresa.
“Me encantaría que no terminase nunca, pero no creo que sea eterna y en algún momento la Tía Marak tendrá que jubilarse”, comenta Tía 2, “Pero solo lo haría si se va al Senior Suites y seguirá viviendo en el corazón de los marakelines”.