Dime por favor si no te ha pasado que terminas una conversación via Houseparty, Instagram, Meet, Zoom, celular, Whatsapp o lo que sea y cuando se corta te das cuenta que estás en la más total soledad.

Y medio-o-bien borracho. Y te puedes ver a ti mismo reflejado en la pantalla, sosteniendo un vaso, quizá un cigarro. Y estás ahí en la más total individualidad, solamente compartiendo contigo mismo, en la ebriedad absoluta.

A mí al menos me pasa, que no necesariamente me caigo tan bien, entonces requiero, o prefiero, sobre todo en un estado de alteración de percepciones, la presencia de alguien con quien interactuar. En algún sentido siento que existo solamente en relación a un otro.

Porque independiente de que uno hable con gente vía las formas señaladas arriba uno se va graduando o recibiendo energía distinta en presencia de otra persona. Obviamente, o sea tendrías que ser un loco si estás riéndote o conversando solo. Y cuando recién esas ventanas se cierran es como si la fiesta se acabara de golpe, aunque la música siga sonando.

Recién entrada la noche eso todavía se maneja, puedes estar un buen rato viendo Youtube, porque básicamente todo lo que más te gusta esta ahí, o deportes, noticias, conspiraciones, música, arte, gente revententando espinillas, entrevistas, documentales, chascarros, caídas, fails, todo todo todo está ahi.

Un rato ahí a solas se agradece, porque si bien no hay nadie a quien “mostrarle” cosas lo mas que ocurre ese que por lo general los humanos no les gusta tanto que “le muestren” cosas en Youtube”.

Pero a veces si, y obvio que es más entretenida la experiencia compartida bebiendo y viendo cosas. Pero por un rato solo, funciona perfecto. Uno canta, baila, se emociona, se informa, se llega a profundas reflexiones.

Pasa que en el momento clímax de los estados alterados uno llega a sentir que dialoga-conecta con lo que se está viendo o escuchando.

Supongo que a mucha gente (porque si, ok boomer) le debe entretener a ese mismo nivel Tik Tok o la variedades de videos de Insta.

Pero siempre- y más temprano que tarde- llega un momento en que eso ya no es suficiente. Se siente y apodera de uno la ansiedad por una comunicación con otro humano, algo que ni el mejor video con los mejores momentos de Will Ferrell o el mejor concierto te puede dar.

Ahí se pasa a la ebriedad total medio despersonalizada donde es posible que busques desesperadamente conectar vía Whatsapp, Houseparty, Zoom, celular con alguna de tus amistades, pero un poco más flexible a que sea cualquier persona, y ahí qué lo que pasa: si tuviste la suerte o la mala suerte de que alguna de tus amistades dialogara contigo puede que uno se mate de la risa y converse profundamente pero pasa que al colgar, la situación como que desaparece.

Es como si nunca hubiera pasado, y por supuesto que al otro día vas a sentir algún grado de vergüenza.

Pasa, creo, que la conversación, la comunicación, mirando la pantalla es bastante abstracta si lo piensas, casi como una ilusión. No quiero decir realidad virtual pero es un poco como eso. Es tal como lo ves cuando se termina la sesión de Zoom. Estás ahí, mirando la pantalla, en la total soledad. Como un capítulo muy bajo presupuesto y muy depresivo de Black Mirror.

Vuelves a la oscuridad, al computador prendido, a ti en la más completa soledad. Y ahí no queda otra que irse a acostar.

Por el lado bueno, no te tienes que trasladar mucho para caer raja a dormir, si la suerte así se da. Pero ahora siento que en ese regreso a la casa desde donde sea que uno esté normalmente, hace que el alcohol se evapore o destila un poco de la sangre. Acá no, uno se va a acostar con suerte habiendo orinado, con una pecera llena de alcohol en el estómago y corriendo por las venas.

El otro lado bueno es que probablemente esto que te digo es temprano, máximo 1 o 2 de la mañana porque el consumo ha sido medio sin intermedios de conversación. Y probablemente también empezaste más temprano porque el rato entre que, decidiste tomar y empezaste a tomar, es prácticamente igual a cero minutos.

La resaca es muy violenta. Asumo que por lo mismo, porque no hubo un “ejercicio” entre el ultimo trago y la cama, a veces puede eso ser solo unos pocos metros y menos segundos (a menos que vivas en una mansión) y porque claro, toda la disociación respecto del hecho que el mundo se esta yendo a la mierda se va y despiertas al hecho de que si, se viene todo abajo y probablemente tengas que sentarte a trabajar o hacer como que trabajas todo el día.

Aparte de los malestares físicos propios de una borrachera, algo de mareo y entre sed y nauseas, estás sumergido en una constante idea de irrealidad que si te pesca mal te puede atormentar.

En síntesis, todo parece indicar que no es algo recomendable de hacer, pero ¿qué otra forma de disociarse/evadirse un poco de esta estancada en un loop eterno y resquebrajándose día a día realidad más queda?

Un salud a la distancia a toda la gente que pasa por lo mismo.

Dedicado a mi comadre Julieta.

*También te puede interesar Confesiones de cuarentena y alcohol