Si hay un error grande que cometí en mi adolescencia, fue haber despreciado profundamente a las bandas cabecera del mal llamado emocore. Mi cagazo se debía a tres cosas: odiar un estilo de música porque tenía nombre mal puesto, odiar su estilo con ropita de colores y estrellitas y finalmente, peor que todo lo anterior, era no haberme dado la oportunidad de escucharlas.
Fotografía por Andrés Poblete
Dentro de todo este movimiento que incluía azúcar, flores y muchos colores, habían tres bandas que en aquel entonces fueron capaces de crear música trascendente, algo envidiable actualmente al mirar nuestros circuitos nacionales, donde el tener harta perso, prima por sobre el talento.
Las bandas de las que les hablo son.
Peor Es Nada
Con un demo que se escucha horrible, pero lleno frases directas al corazón, PEN se posicionaba como la banda ícono de los skater-adolescentes-enamorados. Final Confuso fue el disco encargado de armar esta tendencia emocional, mientras que No More Love Songs la consolidó.
Sé que queda mucho amor!/ sé que nos puede salvar! / sé que el tiempo no es en vano y nos motiva a seguir con las mismas fuerzas de ayer… y con mas fuerzas para no perder! decía una de las canciones más cebolletas que se podía escuchar en aquél entonces. Para qué contar cómo lloraban esas chiquillas al verlos en vivo.
Fakie
Fakie era algo así como el big brother de Peor Es Nada, con la diferencia de haber creado un sonido y estilo mucho más profundo (?) con letras instrospectivas, canciones acústicas, en inglés y hasta unos medleys andaban dando vuelta por allí. A ellos les debemos la creación de 4 himnos que marcaron los 15 de muchos de nosotros y protagonizaban las cimarras en tiempos donde el reggaeton solamente era una opción (no el plato de fondo): Viernes de Nuevo, Ya Son las Cuatro y 500 Kilómetros Al Norte y Palabras Al Final, la trágica canción capaz de erizarle los pelos hasta al más espartano de la cuadra.
Eimy
Aunque el disco de Eimy llegó bastante tarde, la mayoría de las canciones de este pertenecía a demos y temas sueltos que reinaban en las descargas de Soulseek y KaZaA. Segun yo, Eimy es quien tiene el trabajo mejor logrado de las tres, pues a pesar de que el vocalista se creía el weón de Taking Back Sunday, Pasaporte por un sueño es fácilmente el mejor disco de rock adolescente de toda la historia local, con hits que se disparan uno tras otro, como Sol, Caminos Infinitos, Buscando el Cielo, Fuera de Mi. Figuras y Fusiones por otro lado abusaba de frases hermosas y peligrosamente honestas, mientras que Tal Como Ayer y Llamada en Espera, tan simples como intensas nos hacen pensar cada vez que las escuchamos que de verdad, volver a ver a Eimy sería un placer.
Al salir este post, Peor Es Nada seguía con vida, pero diablos…notarán que definitivamente no son lo mismo.