Tres escenas espantosas que dejó la masacre de Orlando.
Mamá, voy a morir
“Mamá, te amo. Hay un tiroteo en el club” – escribe Eddie Justice, 30 años, a las 5:44 de la mañana a su madre. Junto a otras 320 personas hasta hace pocos minutos disfrutaba de una noche latina en la disco Pulse, en Orlando, Florida.
“¿Qué club?”, responde Mina, su madre.
“En Pulse. Llama a la policía. Voy a morir“, vuelve a escribir Eddie.
“Estoy llamando en este momento. Responde tu maldito celular. Llámalos tu también“, vuelve a responder con horror Mina.
“Llámalos mami. Estoy encerrado en el baño y viene para acá. Voy a morir“, tecleó Eddie.
Su madre llegó hasta afuera del club, desde donde nuevamente logró comunicarse.
“¿Ya estás con la policía? Escríbeme por favor“, texteó ella.
“No. Todavía estoy en el baño. Él nos tiene. Necesitamos que nos rescaten. Hay muchos heridos“, responde Eddie.
“Tranquilo, la policía ya está aquí. Por favor avísame cuando estés con ellos“.
“Apúrense, está en el baño de mujeres con nosotros“.
Eddie Justice fue identificado como una de las 50 víctimas fatales.
Amanda grabó su muerte
Amanda Alvear, 25 años, disfrutaba de la fiesta en la pista de baile. Entonces sacó su celular para subir un video a Snapchat. Justo en ese preciso momento el tirador apareció en la escena y todo quedó registrado en este impactante registro. Amanda esta con Mercedez Flores, su mejor amiga, que también murió en Pulse.
“Tuve que hacerme el muerto”
Aunque vive a más de dos mil kilómetros de Orlando, en Minneapolis, el español Sergio N. se motivó y viajó para la noche latina en Pulse.
Aunque sobrevivió, Sergio confesó al sitio Big Bang News estar destruído. Perdió amigos y siente culpa de no haber podido ayudarlos. “Fue todo demasiado fuerte, traté de ayudar pero era imposible. En un momento me tiré al suelo y fingí estar muerto para que no me disparara“, contó.