Aproximadamente 2 mil niños hijos de migrantes indocumentados se encuentran en “centros de acogida” en las fronteras de EE.UU. El mundo queda nuevamente en shock con la última salvajada de Trump.

“Si estás tratando de colarte con un niño, igual te procesaremos y tu hijo será separado como requiere la ley. Si eso no te gusta, entonces no trates de colar niños por la frontera”. Así, como si de una película de futurismo nazi se tratara, el fiscal general de dicho Estados Unidos, Jeff Sessions, advertía cómo se venía de dura la nueva política migratoria del país.

Una que ni el partido Republicano aprueba y que tiene al mundo entero en un estado de schock y a la Unicef y diferentes organismos internacionales anunciando acciones. Se trata de la salvaje política de “tolerancia cero” a la inmigración ilegal que está implementando Donald Trump, que fiel a sus promesas de campaña está aplicando “mano dura” a la migración indocumentada.

La nueva reglamentación considera que si una persona entra o intenta entrar a los Estados Unidos sin la documentación correspondiente está cometiendo un delito y se le procesa judicialmente así. Esto adquiere ribetes de brutalidad porque muchas, cientos, miles de veces la migración comprende grupos familiares completos. Entonces cuando los adultos son detenidos y enviados en la mayoría de los casos a prisión preventiva en espera de un juicio, los niños son separados y, por más satánico que suene es real, también son confinados a unas especies de cárceles en la frontera de Estados Unidos.

Cuántos menores de edad están actualmente en esta situación es algo que se desconoce.

Solo en Casa Padre, el mayor “centro de acogida de inmigrantes menores sin papeles” de Estados Unidos, ubicado en Texas, alberga a 1500. Según la agencia AP, entre abril y junio, más de 2000 menores fueron separados de sus padres. La gran mayoría serían familias centroamericanas.

Por estos días los desgarradores audios e imágenes de la situación han puesto en alerta al planeta entero. Y hay algo que hace que todo esto te provoque más que una pena terrible sino también una arcada de rabia y asco. Y es que según reportan expertos y medios todo esto no es más que una asquerosa maniobra política de Trump para lograr que el Congreso apruebe un desquiciado fondo de 25 mil millones de dólares para construir su infame muralla en la frontera de Estados Unidos con México.

Lo otro es presionar a los jueces para apurar las causas que al día de hoy tienen a 700.000 mil personas esperando su juicio en el país. La mayoría de ellos tiene permisos temporales de residencia e incluso de trabajo y la posición del partido Republicano al respecto es que al final nunca se presentan a regularizar su situación. La posición de ellos es que apoyan la construcción del muro pero no lo que está haciendo Trump, que es básicamente usar a niños prisioneros y separados de sus familias para conseguirlo.

El martes 19 de junio de 2018 además será recordado como el día en que Estados Unidos anunció su retiro del Consejo de DD.HH. de la ONU en “protesta” por el “trato injusto” que la organización le da a Israel.

ACTUALIZACIÓN:

El miércoles Trump anunció la firma de un decreto que pone fin a separación de hijos de sus padres. Todo el mundo quedó nuevamente sin entender nada.