Mark MacGann, un ex lobista de la compañía filtró más de 124 mil documentos que demuestran cómo la empresa de transporte y delivery presionó a autoridades y quebró la ley para posicionarse como marca. Los papeles fueron publicados por el medio The Guardian y aquí te contamos los detalles de su contenido.
Durante el 2013, Uber Technologies, Inc. buscaba posicionarse como una empresa confiable y de bajo costo para el transporte de personas. A través de su aplicación móvil, cualquier persona podría solicitar un servicio de movilización en auto, algo así como un taxi disponible 24/7 y con diferentes modelos de auto. Lo que prometían era la democratización del transporte privado.
Con esta atractiva oferta, un crecimiento exponencial y haciéndose un nombre dentro de Silicon Valley, la compañía comenzó a trabajar en su política de expansión, la cual estuvo basada en presiones políticas y vulneración de leyes en varios países en los que opera.
Al menos así lo establecen los más de 124 mil documentos que fueron expuestos por el diario británico The Guardian, que recibió los papeles por parte de Mark MacGann, un ex trabajador de la compañía que estuvo a cargo de hacer lobby para esta en las regiones de Europa, Medio Oriente y África.
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Los ahora conocidos como “Archivos Uber”, que también fueron compartidos por el Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación, contienen información de la compañía desde 2013 hasta 2017. En este tiempo Travis Kalanick, co fundador de Uber, era también el director ejecutivo.
Uno de sus contactos más estrechos fue el en ese entonces ministro de Economía francés, Emmanuel Macron. La empresa consideraba al país un lugar clave para su expansión como servicio. Fue en 2015 cuando Uber retiró uno de sus servicios de Paris, pero horas más tarde después una ley que restringía a los conductores de Uber fue modificada en favor de estos, lo que significó un problema y molestia para los taxistas de la ciudad.
Durante los días que siguieron a la liberación de los documentos, el ahora presidente de Francia dijo que sentía “orgullo por haber ayudado el lobby de Uber” en el país.
En su búsqueda por instalarse en Europa como la aplicación número uno para transporte privado, ejecutivos de Uber también se vincularon a oligarcas rusos que contaban con grandes conexiones políticas con el gobierno de Vladimir Putin.
Por otro lado, los papeles también revelan que Uber evitó cooperar con investigaciones de gobiernos. Existía un botón de pánico en las oficinas de la empresa que permitía apagar los servidores y así esconder evidencias durante allanamientos, como ocurrió en Hong Kong y otros seis países.
La compañía emitió un comunicado en el que reconoce los errores, pero destaca que desde la salida de Kalanick y el arribo de Dana Khosrowshahi como CEO. “No han faltado los informes sobre antes del 2017, se han escrito libros e incluso hasta una serie de televisión”, dijo Uber en el texto, al cual agregó que “la transformación de Khosrowshahi ha hecho de la seguridad una prioridad absoluta”.
Además, se mencionó que hoy en día ningún ejecutivo tiene relaciones que involucren a personas procesadas por corrupción y que el 90% de los empleados llegó después del período que abarcan las denuncias de los documentos.