Más variable que las bolsas de comercio, la tarifa de Uber puede estar increíblemente conveniente a ratos, mientras que otras veces se dispara. Algunos factores que influyen en estos bruscos cambios son el día de la semana, la hora, los eventos masivos o la presencia de Carabineros. Sin embargo, en el último tiempo pareciera ser que la tarifa dinámica es, más bien, un cobro habitual.

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Funciona así.

Concéntrate.

Parece un ejercicio de matemáticas pero no. O si, un poco.

Vamos.

Cuando la cantidad de Uber solicitados en la aplicación es insuficiente para cubrir a todos los usuarios, la tarifa sube de acuerdo con un algoritmo, que puede ir de un discreto 1.2 hasta un 9.9, es decir: el precio puede variar casi diez veces de lo normal, contrario a lo que ocurre con un taxi convencional, que cobra siempre (si no está intervenido, por supuesto) 130 pesos por cada 200 metros o por cada minuto.

Al aumentar el precio, más de alguno desiste de tomar el móvil y así descomprimir la sobre-demanda. Al mismo tiempo, aquellos conductores del servicio que no estén en horario laboral se sentirán más motivados a salir a la calle, debido a que sus ganancias serán mayores o atraídos a zonas con bajar cobertura del servicio para así restablecer los precios de mercado.

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Considerando lo anterior, parece ser que la tendencia avanza a que acá sea como en el DF, donde la tarifa dinámica es la tónica de todos los días para sus habitantes, que desde la implementación del equivalente a la restricción vehicular, vieron mermada la oferta de Uber.

Algo parecido ocurre en Santiago, pero sin mayores explicaciones, por lo que son varios los que postulan un posible abuso en el cobro diferenciado o incluso colusiones.

Para mi, esto es una especie de mito urbano, pero tiene mucha lógica pues incluso en comunas donde la demanda de Uber es baja, la tarifa aún así es dinámica. La razón de eso es la siguiente.

El otro día conversando con un amigo cuyo padre es conductor, nos contó que las tarifas que el servicio paga hoy en día son tan bajas, que un grupo gigante de asociados “más” experimentados se desconectan de la aplicación de manera coordinada y masiva a ciertas horas del día para luego reconectarse minutos después cuando la tarifa está al doble o triple. Esto como una especie de vendetta personal porque como les decía, las tarifas convencionales que ofrece Uber desde su masificación no son atractivas para sus conductores y esta es la única forma que tienen de rentabilizar sus automóviles.

Con eso ya tienes, así que podemos esperar sentaditos a que algún día volveremos a disfrutar del “Uber de toda la vida