Este fin de semana, mientras los que fueron a Lolapalooza descansan antes de volver al Parque O’higgins, Santiago se frena casi completamente para que 30.000 personas corran la Maratón. En tres categorías, de 10K, 21K y 42K, muchos pondrán a prueba a sus entornos que les dijeron que no se comieran ese pernil porque no serían capaces de terminar la carrera.

Algunos corren siempre y otros corren por primera vez. Y hay una rivalidad de frentón entre ambos grupos. Porque los que corren siempre se creen lo máximo y los que nunca corren los encuentran engrupidos. Se generan roces y muchos no son capaces de disfrutar una carrera por los detalles más pequeños, por eso esta guía que ayudará a todos a llevarnos mejor el domingo.

Antes de la carrera:

1. No colarse en la fila del baño

Suena obvio pero no lo es. Hay que ir al baño antes de una carrera, o las ganas aparecen unos cuantos kilómetros más allá. Son temas que nadie discute pero que están, como los pezones que sangran con poleras nuevas. Ya llega la hora de partir y las filas son a veces largas, y cuando hay un conocido en la fila el colado se acerca de a poco, luego conversa con su amigo y ahí se queda. Todos nos dimos cuenta. No lo hagas de nuevo este año por favor.


2. Comenzar en el lote correcto

Esto es más sencillo pero también hay muchos culpables que ameritan un punto en esta guía. Como Don Pepe que corre 10 Kilómetros pero quiere partir con sus hijos que corren 21, entonces parte la carrera con ellos y así se comienzan a mezclar los grupos, que luego tienen que salir repentinamente a su carrera, complicando a los que van comenzando. Para que hablar de los que se meten en el grupo elite, que lo único que logran es frenar a montones de corredores que llevan años entrenando para que Juanito, por hacerse el choro con los amigos, los interrumpe y solo se convierte en un estorbo que puede terminar en lesión.


3. Escupir

Tal como los pezones que sangran, escupir es un tema que pocos discuten pero que todos hacen. Desde los más profesionales hasta las abuelitas juntan saliva, y la gran mayoría sabe que si se la traga junta ácido láctico, cansando las piernas y agotando el cuerpo antes de tiempo.
Escupir está bien, el problema es donde. En una carrera con 30 mil personas es muy probable tener a alguien siempre al lado, por lo que hay que mirar antes de hacerlo. A nadie le gusta tener un escupo de otro corriendo por su pierna, ¿cierto?


4. Pasar por la izquierda

Tal como los autos y las escaleras mecánicas, los corredores funcionan con los que quieren adelantar por el lado izquierdo. Así de simple, pero no todos lo cumplen. No es necesario señalizar ni mucho menos, solo pasar por el lado esperable.


5. Mascotas y guaguas

Muchos entrenaron con sus labradores y pastores alemanes corriendo por las calles de Santiago, y otros quieren dar la experiencia de la vida a su hijo de un año llevándolo en coche por la carrera. En un entorno lleno de gente, es complicado llevar a la mascota, porque mucho podemos conocer a nuestro perro pero nunca sabemos cómo va a reaccionar Cuchuflí cuando lo pasen muchos corredores y quizá hasta le llegue una patada sin querer. Lo mismo con los coches, siempre son un peligro para el resto, y para la misma guagua. Los paramédicos no están preparados para atender mascotas ni guaguas, así que en caso de algún imprevisto, ahí quedó el crío.

La Maratón igual quiere que compartamos con perros y este año habrá cuatro puntos con perritos de la calle donde estarán cuidados para que no interfieran con la carrera, y tengan una mañana de cuidado y cariño. Todos pueden pasar a saludar a los perritos y dejar a sus mascotas viendo la Maratón en la transmisión oficial de TVN, y quizá incluso les encuentren un hermanito.


6. Fotos a mitad de carrera

Como decíamos al principio, muchos van a correr y otros van a pasear. Los que van a pasear están en su derecho, siempre y cuando respeten a los que van a correr. Y nada peor para corredores que les estorben el camino, y las selfies a mitad de carrera pueden terminar en desastre. En uno de los pocos y contados casos en que una selfie es necesaria, favor salir de la carrera y tomártela al lado. Solo en caso de emergencia. Emergencia de selfie. Por algún motivo.


7. Agua

Otro taco en la carrera. Muchos ven las paradas de agua y se abalanzan contra el primer stand, llenando la calle con gente que frena y que quiere llegar al agua urgente. Lo que importa es recordar que los puestos de agua son bien largos, y uno puede acercarse a cualquier lado donde haya mucha menos gente.


8. Agradecer

No cuesta nada. Al que te pasa el agua, al banderillero, a la señora que te salió a ver a la calle con un cartel hecho con cariño a las 9 de la mañana un domingo. Si no te da para hablar, un gesto con la mano no cuesta nada. Cuando los niños se juntan con los papás a saludarte en una esquina, salúdalos de vuelta.


9. No burlarse ni quejarse

Los más secos son bien enojones y burlescos. Lamentablemente les toca competir con mucha, mucha gente, y no todos son fanáticos del running. Muchas historias de gente que no es experta pero quiere vivir la experiencia, en todo su derecho. Burlarse de los que corren menos, cuando vienen maratonistas elite que vienen llegando de las olimpiadas es bien patético. Quejarse es lo mismo. Cada uno con su rollo.


10. Cruzar la meta sin detenerse

La hiciste, lograste los 42 en 4 horas. Quieres una selfie con el tiempo. Pero esa selfie te puede costar un costalazo de alguien que se sacó la cresta igual que tu, al que estás interrumpiendo su momento por pasar por la meta. Es bien egoísta si lo piensas bien. Corre y deja correr, de hecho así se pueden resumir todos estos puntos, menos el de escupir, ahí hay que tener ojo.

De los pezones que sangran hablaremos el próximo año en detalle. ¡Ánimo a todos!