Llega el verano y la gente que pudo corrió a vacacionar para despejar la mente por un par de semanas y olvidarse de la rutina de todo un año. Sin embargo, existen personas que decidieron -voluntariamente o no- acumular esos 15 días con la esperanza de a futuro poder descansar y disfrutar de la vida. ¿Cuáles son las consecuencias de trabajar sin parar? La directora Magíster en Neurociencia Social de la Facultad de Psicología UDP, Alejandra Rossi, nos responde.
Algunos creen que si toman vacaciones la oficina va a explotar y todo el trabajo del año se va a retrasar o entorpecer por estar unos días fuera, hay que empezar a entender que las vacaciones no son un lujo, son una necesidad.
“Estos dos años han sido particularmente difíciles para las y los chilenos y se hace necesario descansar”, explica la directora del Magíster en Neurociencia Social de la Facultad de Psicología UDP, Alejandra Rossi. “Tuvimos el estallido social, la pandemia, elecciones presidenciales; muchos eventos importantes y desgastadores”. Además, señala que esto se puede ver reflejado en el aumento explosivo de licencias médicas en 2021, que implicó un gasto público histórico 38% más alto que nunca.
La Organización Mundial de la Salud ya dijo que el Burnout (agotamiento laboral) es una enfermedad real que debe ser diagnosticada y tratada, y la mejor forma para hacerlo es aprendiendo a tomarnos un tiempo para alejarnos de todo lo que nos estresa y produce ansiedad, aunque sea por unos días. Pero, de este lado del planeta hay una cultura de trabajo excesivo sin vacaciones que se cree que es más productiva cuando en verdad no es así.
Esto es lo que pasa cuando pasas demasiado tiempo sin tomar vacaciones.
¿Qué pasa en el cuerpo?
Hay una relación muy estrecha entre las enfermedades del corazón y el hecho de no tomar vacaciones. Información recolectada en 1991 de un renombrado proyecto que inició en 1948, demostró que las amas de casa que tomaron vacaciones una vez cada seis años, tenían dos veces el riesgo de padecer ataques al corazón o tener un problema fatal en el corazón.
En 2012, se revisaron 50 años de investigación publicada en el American Journal of Epidemiology, y se encontró que periodos de trabajo de 10 horas o más incrementan en un 80% el riesgo de padecer una enfermedad del corazón, sin diferencias géneros.
Los investigadores concluyeron que, en parte, existe la correlación entre problemas de salud y la exposición a largos periodos de estrés psicológico. Es por esta relación entre la salud física y la psicológica que la directora Magíster en Neurociencia Social de la Facultad de Psicología UDP, Alejandra Rossi, recomienda tomarse un descanso al menos dos veces al año o sino mínimo una vez.
¿Y por cuánto tiempo? “Lo que he visto en mi experiencia es que las personas necesitan al menos dos semanas de desconexión para que el organismo descanse de forma plena”, señala Rossi. No digas que no te lo dijeron.
¿Descansar = producir más?
El descansar puede mejorar el desempeño de las personas al momento de trabajar. Un estudio del 2012 realizado por la Universidad de California, junto con otras escuelas, mostró que luego de dar un periodo de descanso, los participantes encontraron soluciones más creativas a un problema al que se les enfrentó.
Al tener más horas de trabajo se tiene el efecto contrario. Un estudio del Finnish Institute of Occupational Health/Centre of Expertise for Work Organizations del 2008 reveló que las personas que trabajan 55 horas a la semana presentaron una baja función cognitiva, lo que incluyó bajo vocabulario y razonamiento.
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Las vacaciones ayudan a despejar la mente, conocer lugares, y en algunos casos, hasta aprender nuevas habilidades. Por el contrario, al seguir con un ritmo de trabajo sin descanso, lo único que pasa es que se llega al agotamiento y es más fácil frustrarse por no encontrar soluciones rápidas y creativas para el trabajo.
El descanso siempre es un buen momento para reflexionar, y hacer un corte sobre lo que hacemos y deseamos hacer. Pero también entendemos que no siempre se puede, por lo que le pedimos a la especialista dos consejos para las personas que no vacacionarán este verano, pero que necesitan un break:
- Entrar en conductas de autocuidado que te hagan sentido: Aunque tu rutina parezca interminable, puedes intentar encontrar 15 minutos para que te desconectes lo que más puedas y aproveches las tardes más frescas para caminar y así también hacer ejercicio, en la medida de lo posible.
- Bajar las revoluciones propias: Realmente descansar en los momentos en que puedas hacerlo. Si no vas a salir de vacaciones, intenta tomarte un fin de semana para estar tranquilo solo, con tus amigos o con tu familia, pero estando consciente de que estás ahí disfrutando y poniéndote.