Este jueves, el gobierno de Boris Johnson acusó a Rusia de haber intentado robar propiedad intelectual de investigaciones por una vacuna contra el covid-19 en universidades y laboratorios, por medio de un software malicioso. Estados Unidos y Canadá también reportaron estos ciberataques.
“Es completamente inaceptable que los servicios de inteligencia de Rusia tengan como objetivo a aquellos que intentan combatir la pandemia del coronavirus. El Reino Unido seguirá respondiendo a estos ciberataques y trabajará con sus aliados para que los culpables de estos actos respondan ante la justicia”, denunció el ministro británico de Exteriores, Dominic Raab.
Adicionalmente, dijo tener certeza “casi absoluta” de que esta presencia rusa intervino en las elecciones generales de ese país en 2019. En resumen, en Reddit apareció información confidencial de las elecciones el año pasado, cuya difusión en Internet llevó a investigadores a sospechar en hackers rusos como los culpables de la filtración.
En específico, acusan al grupo de espionaje ruso conocido como ATP29 de haber comenzado con los ataques informáticos contra laboratorios desde febrero. Este comando de élite estaría conectado con el Servicio de Seguridad Ruso bajo jurisdicción directa con Putin, según sospecha El País y varios medios internacionales.
El Ministerio de Exteriores en Moscú negó ambas acusaciones y la Embajada de Rusia en Londres advirtió que responderá ante cualquier acción “hostil” de ese país.
La Universidad de Oxford y el Imperial College de Londres figuran entre los lugares supuestamente afectados.
La carrera por una vacuna
No se trata solamente de un avance científico, sino también de la única puerta a una nueva normalidad. Rebrotes pandémicos en países que habían superado la crisis sanitaria y que aplicaron desconfinamiento, sólo confirmaron lo que los expertos advertían como inevitable: no habrá retorno a la vida como la conocíamos, hasta que una vacuna se logre.
Actualmente, existen 23 vacunas candidatas en evaluación clínica, y 140 en etapa preclínica. Son 163 pruebas para un virus que se investiga hace cinco meses, una situación nunca antes vista en la ciencia.
Para entender: los ensayos de vacunas tienen tres fases, siendo la tercera la más avanzada. En esa etapa, la vacuna se prueba en miles humanos para comprobar que es efectiva. Actualmente, hay cuatro vacunas en ese nivel.
El Reino Unido lleva la delantera con una vacuna basada en un vector viral que podría estar lista en octubre, cuyos resultados hasta el momento “son prometedores”. Los ensayos se realizaron sobre hámsteres y la fase tres se ha probado desde abril, con mil humanos en UK, Brasil y Sudáfrica.
En un laboratorio estatal chino llamado Sinopharm, se desarrolla una vacuna en base a la versión debilitada del propio virus. Este mes, entró a fase tres con el sometimiento de 15.000 voluntarios a Emiratos Árabes Unidos, debido a la falta de nuevos infectados con los que realizar los ensayos en China.
En la misma situación está Sinovac, un laboratorio privado de ese mismo país, que comenzó la fase tres con 9.000 voluntarios en Brasil.
Murdoch Children’s Research Institute es una institución australiana que está apostando por la utilización de una vacuna existente contra la tubercolosis que podría ser efectiva contra el covid-19. También está en fase tres.
Y finalmente, Moderna de Estados Unidos trabaja en una vacuna basada en la onoculación del ARN del Coronavirus. Entrará a la fase tres el próximo 27 de julio, con 30.000 voluntarios del país norteamericano.