La innovación a veces toma un giro hacia lo autodestructivo. Gana el que último se queda dormido entre un grupo que los toma como chubis.
Se sabe que en la juventud las ganas de innovar, explorar, salir del aburrimiento y conocer nuevas experiencias te puede llevar a hacer cosas bien estúpidas.
Que tire la primera piedra el que en sus años mozos escolares no haya hecho algo bien tarado. Bien, esta historia versa sobre esto mismo. Sucedió en Valpo.
Se desconoce el orden entre los factores, pero para efectos de la sumatoria da más o menos lo mismo. Este fin de semana detectives de la Brigada Antinarcóticos y contra el Crimen Organizado de esa ciudad, hizo un operativo que terminó con la detención de tres hombres y dos mujeres los cuales tenían en su poder “cocaína, pasta base, cannabis sativa, 131 comprimidos de clonazapam, 20 pastillas de alprazolam, 15 unidades de diazepam, y $450.000 en efectivo”, según reporta La Estrella de Valparaíso.
La cosa es que, y acá está lo demente, según contó el prefecto Jorge Acevedo al mismo diario: “Los principales compradores eran menores que participan de este nuevo reto en los colegios llamado Clona Challenge, donde gana el que se duerme al final tras haber consumido estas pastillas, lo que es muy peligroso porque la ingesta en distintas dosis puede producir la muerte”. Contó que los traficantes vendían las pastillas afuera de distintos establecimientos de Valparaíso.
“El Clona Challenge es un desafío que reta a aguantar el máximo tiempo antes de dormirse tras consumir la pastilla”, explicó el seremi de Salud Francisco Álvarez. A lo que por supuesto agregó que hacerlo es una completa imbecilidad sumamente peligroso porque tomarlo así a lo loco puede llevarte a caer en coma, sufrir un paro cardiorespiratorio y morir.
El clonazepam es un ansiolítico que se vende bajo receta médica retenid a pacientes con ansiedad generalizada, fobias, ataques de pánico, algunos tipos de epilepsia y convulsiones.
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