Hay familias que piden velar a sus muertos posando como si estuvieran vivos y el resultado es peor de lo que suena.

Existe una funeraria familiar en Puerto Rico que puede volver tus deseos en las pesadillas de cualquier persona. Como sacadas del equipo de maquillaje de cualquier película de terror, un equipo vuelve gente muerta en muñecos muertos-vivientes. 

“Nos lo pidieron los clientes y hemos tenido que ser creativos”, señala Damaris Marín, presidenta de la empresa, a El País, aclarando que ellos sólo ponen las manos para materializar las ideas más locas (sí, más locas) de los viudos y familiares sobre los difuntos cuerpos.

Ya llevan casi 10 años en el negocio, y sus imágenes han dado vuelta Internet. No es para menos, algunos van en motos, otros sentados con poses de lo más chill out que puedas imaginar, algunos incluso tienen los ojos abiertos, por lo que se proclaman los más innovadores en el mercado ya que nadie nunca había velado los cuerpos fuera del ataúd y con ojos abiertos.  

“La idea de los ojos abiertos fue fruto de la creatividad de mi hermana, que consideró que podía quedar muy bien con lo que quería expresar la familia. Cuando lo vieron hecho realidad, les encantó. Somos pioneros, pero nuestra única intención es complacer al cliente. Lo empezamos a hacer solo por eso y así continuamos”, dijo Marin.

Esta idea nació en 2008, luego de que un joven pidiera ser embalsamado de una manera no tradicional. “Él vivía cerca de la primera de nuestras funerarias, y teníamos mucho trato con él. Siempre nos decía que cuando falleciese quería ser embalsamado de pie. Al principio pensábamos que era una broma y nos reíamos, no le dábamos importancia. Pero cuando murió, su mamá vino a vernos y nos dijo que esa era su voluntad, que así la había expresado siempre y que quería que lo hiciésemos realidad”, continúo.

Para el 2009 ya eran bastante populares. Jomar Aguayo, un chico de 23 años fue velado jugando dominó en un bar que pertenecía a su madre. Christopher Rivera, fue un boxeador que pidió ser velado en el ring, entonces la funeraria montó todo un escenario. Después David Morales un fanático de las motos, pidió pasar los últimos minutos sobre la tierra en su Honda.

“Otras funerarias de Puerto Rico comenzaron a imitarnos y me consta que también se ha exportado a otros países”, explicó Marín. Y así fue, Miriam Burbank, una señora en New Orlands pidió ser velada en un salón de su casa tomando una copa de vino, según detalló el New York Times.

Sin embargo los Marín reconocen que este tipo de funerales son sólo una pequeña parte de su trabajo, también gestionar otros más tradicionales.

Este trabajo también les ha envuelto en polémicas. Una junta de embalsamadores, sí existe una, denunció a los Marín por irregularidades en el procedimiento de embalse de los cuerpos e iniciaron una investigación que no llevó a nada ya que se concluyó que todo funcionaba bajo los estándares necesarios.

“No es aprobado debido a que los reglamentos establecen claramente la protección que se le debe dar a la ciudadanía en cuanto a la exposición de un cadáver”, dijo Norma Torres, la directora ejecutiva de La Junta de Examinadores de Embalsamadores de Puerto Rico.

“No se vulnera la ley de ningún modo. Ni en cuestiones de salubridad ni de otro tipo. La gente es velada un máximo de 3 días y después – tal y como marca la legislación de Puerto Rico – enterrados dentro de un ataúd, el embalsamamiento es tan natural que tras el velatorio no hay ningún tipo de problema para modificar sus posturas”, recordó Damaris.

Ante este caso, Elsie Marín, trabajadora en la funeraria, dijo que “Esto no es morbosidad, no es nada distinto a los otros casos, porque nosotros no necesitamos publicidad”.

Las hermanas dijeron a Univisión que esta tendencia es innovadora y está lejos de ser morboso y que reflejan un cambio de costumbres.

Se pueden llegar a demorar tres días en preparar las poses, la ropa y los cuerpos. “Depende de cada encargo y de la complejidad que requiera. Hay algunos, como el de la moto, que son más complicados, pero siempre tratamos de cumplir con su voluntad“, dice Damaris.

Se niegan a revelar las técnicas utilizadas para embalsamar y aseguran que todo nace de los deseos de los difuntos, que incluso dejan claro cada detalle de sus velatorios y funerales, y/o sus familiares.

Estos funerales tienen un valor que parte de los $2000 dólares, y ahí va subiendo según las necesidades del cliente.

Ante los haters, Damaris piensa que viven “en una democracia. Cada uno puede expresarse libremente y elegir cómo quiere que sea su despedida”.

Este es “Pedrito” el primer cadáver que embalsamaron y con el que saltaron a la fama como funeraria.

Edgardo Velazquez pidió ser velado en la ambulancia donde prestaba servicios de paramedico.

Jomar Aguayo en su velorio, jugando dominó en el Bar de su madre.

Christopher Rivera, ex boxeador que fue velado en un ring.

David Morales, amante de las motos fue despedido sobre una Honda.

Fernando de Jesús, el primer cadáver que fue velado con los ojos abiertos.

Georgina Chervony, fue despedida en una mecedora por su familia.

¡¡FELIZ HALLOWEEN!!