A pesar de que los avances tecnológicos son constantes y acelerados, un reciente estudio mostró que los trabajadores de oficina tienden a utilizar gran parte de su tiempo laboral en actividades que no son fructíferas. Según un artículo de The Economist, “Shakespeare escribió El rey Lear en el tiempo que un oficinista promedio pasa cambiando el tamaño de las fuentes durante su carrera”. Descubre sus conclusiones en esta nota.

Es habitual que durante la mayoría de las jornadas de oficina tendamos a participar en un gran número de reuniones, a pasar tiempo buscando un correo electrónico y a abrir una extensa lista de documentos y carpetas para asegurarnos de que todo esté en orden.

Pero a pesar de que muchas veces creemos estar invirtiendo nuestro tiempo de la mejor manera posible, para así concretar la mayor cantidad de objetivos de manera efectiva, parte de nuestras rutinas terminan viéndose traducidas en actividades carentes de  sentido.

Así lo describió un reciente estudio realizado por investigadores de la Maryland and Delaware Enterprise University Partnership (MADEUP), el cual midió un índice de “inutilidad total ponderada” de tiempo de vida, tras realizar una encuesta a 5.000 oficinistas estadounidenses y británicos.

En el documento, el cual fue revisado por el periódico especializado The Economist, descubrieron que corregir errores ortográficos toma un total de 20 minutos diarios, los cuales en suma se traducirían en medio año en la vida de un trabajador con una carrera laboral de 45 años.

A eso se le suma que en iniciar sesión tendemos a utilizar 145 días en promedio, debido a motivos como la pérdida de una contraseña, escribirla erróneamente o en actualizarla por requerimientos de seguridad.

De la misma manera, destacaron que otras acciones como eliminar ventanas y pestañas informativas, involucra una medición en días respecto al periodo de vida laboral, a las cuales se le agregan varios anuncios y avisos para realizar cambios en los sistemas operativos de nuestros computadores.

“Absorbe el tiempo que podría haberse dedicado a aprender a tejer o visitar Machu Picchu”, escribieron desde el citado medio en un artículo y a ello se le suma un sinfín de otras actividades dependiendo de los gustos y preferencias de cada persona, ya que según destacaron, solo en ordenar nuestros archivos podemos llegar a invertir más de cuatro meses de nuestra carrera laboral.

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Junto con ello, eliminar correos electrónicos implica un esfuerzo promedio de seis semanas, cuando es altamente probable que varios de ellos no hayan sido dirigidos específicamente para nosotros o no nos hayan generado una utilidad.

Según afirmaron desde el periódico,  “Shakespeare escribió El rey Lear en el tiempo que un oficinista promedio pasa cambiando el tamaño de las fuentes durante su carrera”, esto en referencia a la obra que el autor empezó a escribir en 1603 y que llegó a ser impresa en 1605.

Y entre las cifras que reunieron los investigadores, también se encuentra un mes en la coordinación de reuniones que posteriormente serán canceladas, mientras que el hecho de que un colega repita una frase que dijo en mudo a través de una videollamada, puede llegar a acumular un total de quince días.

A pesar de que los especialistas acentuaron que varias de las situaciones descritas están asociadas directamente con plataformas tecnológicas, las cuales han ido mejorando sus sistemas operativos con el paso del tiempo, también cabe preguntarse cómo invertimos nuestro tiempo y si lo hacemos en virtud de nuestros verdaderos objetivos.