Estudié periodismo durante cinco años, en un época cercana en la que los medios todavía existían. La televisión contaba con figuras respetadas, la radio era una opción admirable de información histórica, y las revistas servían para ampliar las mentes más allá de la brevedad noticiosa que nos entrega la ya obsoleta pirámide invertida que resume las preguntas informativas que todo periodista, supuestamente, debe hacer.
Eso se acabó en tiempo récord. En Chile no hay revistas, el clickbait se llevó todo. Ahora las noticias no son noticias, sino enlaces de Facebook en con llamados tales como: “estudio asegura que mujeres celosas viven en promedio 5 años más que sus pares que no lo son”.
Ahora los recursos se destinan hacia las redes sociales, haciendo que los medios tengan que recurrir a métodos poco éticos para poder mantener su sustento incluso si esto implica asesinar a diario su imagen.
Tenemos a Joaquín Méndez dándole piquitos a Karol Dance mientras suena esta es la escoba, esta es la escoba a diario y la situación cansa. Los rostros se defienden diciendo que : “LA GENTE se merece un espacio de humor frente a tantas malas noticias” menospreciando el intelecto de los chilenos que llevan décadas luchando por una vida digna frente a un sistema deficiente.
Felipe Camiroaga se sentaba junto a Ricarte Soto a comentar todos y cada uno de los titulares que aparecían en la prensa, hace años. Ahora la información brilla por su ausencia e incluso, se ha vuelto irresponsable.
El claro ejemplo de ello es seguir llevando videntes majaderos e irresponsables para que den su opinión respecto a desapariciones como el de Fernanda Maciel, asesinada y encontrada muerta esta semana. Tenía 7 meses de embarazo.
En serio este caso particular da rabia, y mucha. No imaginamos la cantidad de dinero que generó para estos supuestos “seres de luz” jugar con las ilusiones y angustia de una familia. Es impresentable que la televisión continúe dando cabida a estas personas, y que lo hagan no una, sino varias veces al día en diferentes canales y contextos. Estorban la investigación, desinforman a la familia y realmente no sabemos qué pretenden, ¿Demostrar que la opinión de diferentes exponentes que cuentan con una sensibilidad espiritual superior puede reemplazar el sistema de justicia? Por favor.
Sabemos que la televisión es una mi*erda, pero ellos son los gestores de su propia crisis. No entendemos el amor de los ejecutivos por incluir a mediums dentro de sus paneles sin cuestionarse un poco la irresponsabilidad del asunto. Hay morbo en la televisión, eso es histórico, pero si siguen tolerando este tipo de intervenciones, se terminará cruzando una línea peligrosa difícil de redimir.
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