Un tenso cruce se vivió esta mañana en el programa Bienvenidos de Canal 13 mientras se analizaba el caso de un grupo que agredió a una persona que al parecer se acercó a pedirles que se pusieran mascarilla.

El tema pasó a mayores cuando la alcaldesa de Providencia, Evelyn Matthei se refirió en duros términos a los agresores. En particular fue la palabra “flaite” la cual fue criticada por la periodista Alejandra Matus, explicando que esos conceptos no eran un lenguaje adecuado porque fomentaban la discrminación.

“Hasta voz de tonta tenía, ‘>y qué te importa a voh'”, dijo imitando a una de las personas del video. “Y que a esos desgraciados los hayan dejado libres, los hayan dejado no detenidos. Tropa de cobardes imbéciles”, agregó Matthei en un tono bastante poco diplomático.

“Aquí es obvio, es una agresión cobarde, entre 5, 6 ó 7 que le pegaron en el suelo a una persona por nada y que eso terminen todos libres… de qué cuarentena estamos hablando, de qué país estamos hablando”, insistió.

Puedes ver los dichos que provocaron la pelea acá.

Fue entonces cuando la periodista Alejandra Matus tomó la palabra y criticó la forma de expresarse de la alcaldesa, lo que provocó su furia.

Llegado a ese momento la discusión toma vuelo y se empiezan a debatir los conceptos de libertad de expresión, censura, democracia, etc, en el cual se le vio bastante más calmada a la reportea que a la edil.

El hecho provocó cientos, miles de reacciones en redes sociales pero una que encontramos muy relevante es la expresada por la periodista y escritora Pepa Valenzuela a través de su Facebook.

Te dejamos su iluminador comentario a continuación:

No voy a decir que fue un round, porque para que haya sido round, tendría que haber habido dos contrincantes y acá solo vi una periodista muy tranquila queriendo explicar ciertos conceptos básicos y una alcaldesa fuera de sí.

Pero quería aquí aclarar algunos conceptos sobre lo que surgió del encuentro de Alejandra Matus con Evelyn Matthei, para que cuando argumentemos, lo hagamos con conocimiento y peso.

  1. La censura no es una opinión o una crítica, es cuando una autoridad suprime una expresión o forma de expresarse. Acá nadie suprimió a nadie, solo hubo una crítica, sugerencia, una opinión: omitir el uso de la palabra flaites para referirse a ciertas personas.

  2. La libertad de expresión no es ilimitada y no ampara o permite cualquier expresión, palabra o acto. Hay otros derechos humanos que están por sobre la libertad de expresión: la dignidad humana, la vida, etc. En este caso la expresión “flaite” atenta en contra de la dignidad de las personas.

  3. Una autoridad tiene un deber aún mayor – en la función del cargo que ostenta en representación de otros – de escuchar críticas y expresarse con respeto a los derechos humanos más básicos.

  4. La libertad de expresión tampoco ampara denigrar a otras personas. De hecho, denigrar a otras personas es un delito. Se llama injurias o cuando es un delito determinado pero falso, calumnias.

  5. Un periodista vela por transparentar la verdad, pero también por el respeto a los derechos humanos fundamentales porque cumple con un deber social: el derecho a la información y a promover el respeto por las personas.

  6. Por último: todas las personas, incluidas las que han cometido delitos, tienen derecho a la honra y al honor, al respeto a su dignidad humana. Por lo tanto, ni siquiera la culpabilidad por un delito permite que se refieran a ellos con tratos y palabras denigrantes